Abrió los ojos, sorprendentemente los ojos más hermosos que había visto en mi vida. Intentó sentarse pero se dio la cabeza en la caja de cristal en la que estaba, se volvió a acostar solo que ahora miraba en todas direcciones. Se dio la vuelta y cerró los ojos, luego de un rato note que no estaba dormida, ya que movía la mano con un gesto nervioso.
-No pienses tanto. Le dije
-¿Perdona?
-No pienses tanto.
-Como quieres que no piense cuando estoy encerrada en una caja de cristal con un extraño mirándome.
-La mayoría de las personas no tienen tu reacción. Generalmente se enloquecen cuando despiertan y empiezan a darse la cabeza contra el cristal.
-¿Qué quieres decir con “la mayoría de las personas”? ¿Es que sueles encerrar a la gente en cajas de cristal?
No conteste. Era demasiado temprano para que sepa la verdad.
-¿Dónde estoy?
-No creo que eso importe mucho. Descuida estas a salvo aquí.
-¿Quién eres?, ¿Qué se supone que es esto?, ¿Dónde estoy? Volvió a repetir.
Como ya dije era demasiado temprano para que sepa “LA VERDAD”
