Mundos Paralelos

Y ahí estaba, corriendo en la ciudad sin saber porqué lo hacia, a dónde iba o de quien huía, la única información que poseía era la que ese pequeño y extraño ser me había otorgado.

CAPÍTULO 1

Nuevamente mi alarma no había sonado, ¡maldición! - pensé, llegaré tarde de nuevo, era la quinta vez en el mes y las excusas se me habían terminado, solo me quedaba afrontar mi destino y darle cara a horrible directo que tenía el tamaño de un enano pero con el carisma y el apetito por devorar niños similar al de un ogro. Me vestí lo más pronto posible sin siquiera ducharme​ ya que no tenía tiempo que perder, le di un beso a mi madre y salí corriendo dejando mi desayuno en la mesa.

Llegue 15 min. tarde lo cual significaba había perdido la primera hora y tendría mi visita con la directora seguida de un reporte escrito por su puño y letra, en fin, trate de convencer al profesor me permitiera la entrada y así evitar mi confrontación con aquel monstruo, mis ruegos fueron en vano y me mandó directo a dirección, iba caminando por los pasillos con rumbo a la dirección cuando recordé no había desayunado así que decidí postergar mi encuentro e ir directo ala casa de un amigo que vivía a unas cuadras de la escuela, su nombre era Erick.

Llegue a casa de Erick, toque el timbre como de costumbre pero en esta ocasión no sonó, toque la puerta y nadie respondió pero la puerta se abrió ligeramente así que decidí entrar.

Su casa se encontraba completamente desordenada como si hubiera tenido una gran fiesta hace unas horas, libros, ropa, vidrio por todos lados, muebles volteados, manchas en las paredes y el suelo, la cocina no se quedaba muy atrás con una gran montaña de trastes, un desayuno a medio comer y la atmósfera entera de la casa estaba invadida por un fétido olor que hacía que la nariz pícara, regrese a la sala teniendo cuidado de no pisar ningún vidrio de lo que al parecer era un florero y note que las cortinas de la sal se encontraban cerradas, me acerque lentamente y las abrí de un golpe al hacerlo algo salió volando por detrás del sillón y pasó muy cerca del techo y se dirigió a las recámaras de la casa, decidí seguirlo y subí de manera muy sigilosa susurrando el nombre de mi amigo, escuche un ruido en su habitación así que me camine hacia ella, entre abrí la puerta, el cuarto estaba a oscuras, las cortinas de igual manera estaban cerradas, no se veía nada, forcé mi vista para poder penetrar un poco en la oscuridad de la habitación y hasta que por fin pude distinguir algo de entre las penumbras que me hizo lanzar un grito ahogado de esos que te carcomen el alma.

CAPÍTULO 2

Erick se encontraba atado a la cama rodeado de por personas muy extrañas y pequeñas, no excedían el 1.20 m de altura, con orejas como de murciélago, unas enormes narices en forma de gancho, extremadamente delgados y con piernas como si se encontraran doblando las rodillas, el olor que se esparcía por la casa al parecer provenía de ellos ya que en la habitación el aroma se potencializaba y costaba mucho respirar, a los pies de la cama se encontraba alguien muy grande y corpulento, imponía con solo ver su silueta, su cabeza tocaba el techo pero no lograba distinguir nada de él porque se encontraba cubierto con una túnica; esta gran figura parecía insultar y preguntarle cosas a erick a lo cual él respondía con un tono lleno de terror, no lograba comprender lo que decían porque hablaban en un idioma que yo no comprendía y que jamás había escuchado.

Erick gritó desgarradoramente y la figura levantó un gran cuchillo, yo veía todo en cámara lenta, escuchaba a erick sollozar y veía el cuchillo bajar directo a su pecho, me congele por un momento y mi cuerpo comenzó a moverse únicamente de manera instintiva, lance un grito y me avalance contra la figura, el golpe que le propine hizo que soltara el cuchillo pero al soltarlo me tomo a mi y me lanzo contra la pared, caí en seco, quede desorientado y aturdido, mientras trataba de recuperarme y ponerme en pie vislumbre que las pequeñas personitas se acercaban lentamente a mi.