Al día siguiente me desperté llena de mucha energía. Me coloque mi uniforme, prepare el desayuno como siempre, y de pronto veo a Hanabi bajar en piyama.
-Hanabi ¿por qué estas en piyama? llegaras tarde. -le dije.
-¿Eh? tu eres la que esta mal Onee-chan, hoy es sábado. -me dijo mirándome como si estuviera loca, mire el calendario y si... era sábado. De pronto Hanabi comenzó a reírse de mi al verme con uniforme.
-Ven a desayunar, yo me iré a cambiar. -le dije algo avergonzaba, ¿seré boba? subí las escaleras a mi cuarto y me cambie el uniforme colocándome una ropa cómoda para de estar en casa. Baje de nuevo, ya mi papá estaba a la mesa. -Lo siento papá, ¿hoy quieres café o té? -le pregunte.
-Té. -dijo serio. -Hanabi, alístate para ir al dojo* - se dirigió a Hanabi quien asintió. Desayunamos, al cabo de media hora ya mi padre y Hanabi se marchaban.
-Ya me voy Onee-chan. -me dijo Hanabi antes de salir, yo estaba limpiando un poco.
-¿Llevas todo? ¿No olvidas nada? -le pregunte.
-Si. -me respondió. Luego se devolvió. -¡Onee-chan quiero comer gelatina! ¿Me preparas? -
-Hanabi, apresúrate. -le riño papá y Hanabi salio corriendo sin esperar a que le respondiera.
Por unas dos horas estuve limpiando y haciendo la colada, me desperté tan temprano que apenas eran las 9 de la mañana. Revise los estantes, ya venia siendo hora de hacerla ir de compras. Casi estaba por agotare la despensa. Subí a mi cuarto a buscar mi monedero para ir al Konbini* pequeño pero muy bien abastecido. Por lo común suelo ir los domingos temprano en la mañana, pero no creo que me haga daño salir de la rutina hoy.
Ya con mi monedero y mis llaves salí de casa, la tienda queda a solo unas dos cuadras a la izquierda. El día estaba agradable, después de todo es primavera, la mayoría de personas por la calle usa cubre-bocas por el fuerte polen. Llegue a la tienda y el sonido característico de la campanilla al abrir de la puerta resonó. Tome una canasta de compras y comencé a recorre los pasillos.
Lo primero que arroje a la canasta fue un sobre de gelatina en polvo de sabor limón, y algunos dulces para Hanabi. Luego fui por el té verde preferido de mi padre, luego tome algunas especies, verduras, algunas bandejas de carne otras de pescado y unas pocas de pollo, en fin fui llenando mi canasta.
De pronto la campanilla de la puerta resonó de nuevo. No le di importancia hasta que... -¡Hola viejo! -esa voz. Mi corazón se acelero, pero negué con mi cabeza, seguro me estoy volviendo loca. Seguí con mis compras hasta que al cruzar en un pasillo me encontré con un Naruto-kun en ropa casual. Me sonroje de inmediato. Siempre lo he visto en su uniforme, hoy viste Jeans negros y una sudadera de color naranja con detalles en negro. Se veía muy apuesto.
-¡Oh! Buenos días. -me dijo con una amplia sonrisa que fue un flechazo directo al corazón. Trague saliva.
-Buen... días... -dije agachando la mirada sonrojada.
-¡Llevas una canasta muy pesada! ¿Quieres que te ayude? -me dijo sacando una de sus manos del bolsillo de la sudadera.
-Am... no.. etto.. -no queria ser grocera rechazando su ayuda pero tampoco queria molestarle.
-¡Naaa! No seas tímida, déjame ayudar. -me quito la canasta de la mano. -¿Vives por aquí? -me pregunto mientras comenzaba a caminar. Yo asentí. -Yo me mude hace unos dos días, vivo en un departamento cerca de aquí, lo bueno es que me queda esta tienda cerca. -me dijo y bostezo un poco, luego se froto un poco los ojos.
-¿A-adormilado?-pregunte tímidamente. Tomado algo de tofu y colocando apenada en la canasta.
-Si, me acabo de parar vengo a comprar algo para desayunar. -me respondo. -Quiero comer ramen instantáneo de pollo, pero... -
-¿Pero-o? -pregunte al ver que no terminaba su frace. él me voltio a ver con ojos llorosos.
-¡NO LO SOPORTO! Estoy ya casi asqueado del ramen, lo como 3 veces al día, y me siento muy confundido porque es mi comida favorita. ¿Por que me siento así? -dijo casi al borde de las lagrimas y una expresión de real preocupación.
-Pff... -contuve mi risa, pero, es que su preocupación tan seria por algo como eso era graciosa.
-¡Oe! No te rías. -me dijo algo avergonzado, yo trataba de apretar los labios para no reírme. -Por cierto... ¿Como te llamas? -me dijo. Es cierto, no le he dicho mi nombre. Aunque yo se él suyo, ¿que debería hacer? ¿finjo que no le conocía?
-Hyuga... Hyuga Hinata. -algo apenada le respondí.
-Bueno, Hinata, yo soy Uzumaki Naruto. -se presento, pero lo que más me sorprendió es que no utilizo ningún honorifico* para dirigirse a mi, solo me llamo por mi nombre. Me sonroje hasta las orejas. De pronto el estomago de Naruto-kun comenzó a gruñir, igual de fuerte que en aquel momento. -Aaahh... -suspiro. -Muero de hambre. -dijo.
-Am... yo.. ¿por que no compras algún Obento?-sugerí. Encaminándonos a la caja.
-Estoy casi sin blanca. -respondió sacando solo unas pocas monedas y un billete arrugado de su bolsillo. Su estomago volvió a rugir, me daba pena por él, pero seria muy raro invitarlo a comer, moriría de vergüenza. Pague la cuenta y el señor mayor que atendía la caja registradora metió mis compras en unas bolsas plásticas. -¡Ah! Ya lo tengo, te propongo un trato ¿si te llevo las bolsas hasta tu casa me darás de comer? -hablo emocionado, como si fuera la mejor idea que se le hubiera ocurrido en su vida. Y de nuevo esos ojitos azules muy brillosos que son casi imposible negarles algo.
-De-e acuerdo.-asentí. él me dio una gran y amplia sonrisa. Tomo las bolsas y salimos de la tienda. Casi sin hablar llegamos a mi casa. -Aquí es.. -le dije al ver que Naruto-kun casi pasa de largo.
-¡Si que vive cerca! -dijo con una sonrisa. Yo saque la llave de mi bolsillo y abrí la puerta. -Perdón la intromisión... -dijo al pasar -¿Donde pongo las bolsas? -
-Por a-aquí. -le dirigí a la cocina. Dejo las bolsas sobre el mesón. Yo comencé a sacar las cosas de las bolsas y acomodarlas en sus respectivos lugares. -Puedes sentarte si-i quieres. -le dije, estaba muy nerviosa, ahora que lo analizaba mejor. ¡Naruto-kun esta en mi casa! ¡Oh por Dios! Vamos Hinata no te desmayes. Enseguida comencé a preparar algo de comida.
-¿Nee? ¿te molesta que vea algo de tv? -me pregunto señalando la tv.
-No. Como quieras. -le dije asintiendo, me volvió a sonreír y fue a sentarse en el sofá a ver algo de tv. Yo comencé a encender la cocina y estaba tan nerviosa que no sabia que cocinar así que empece a ser un poco de todo sin darme cuenta. Naruto-kun esta en mi casa, Naruto-kun esta en mi casa... ¿es este otro sueño?
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Solo una chica aburrida
عاطفية¿Como explicarlo...? Mmm... Bueno, solo puedo decir que soy una chica aburrida. En fin... no tengo más que decir. Solo que soy una chica muy aburrida. Me paso los días una tras otro sin más. Pero... Quizás algo interesante pase mañana. ¡Animo...