*Soñando*
Me encontraba en un claro de un bosque, podía ver como la tenue luz de la luna llacia sobre mi dándome un poco de claridad entre tanta oscuridad.
Avance unos pasos hasta colocarme en medio de aquel claro donde una luna llena roja brillaba con gran intensidad; mi madre de pequeña me contaba que cuando había luna roja era mejor quedarse en casa por que solían pasar cosas aterradoras y según contaban algunas leyendas salían manadas de lobos en busca de sangre fresca, ¿Pero quien iba a creer en eso? Al fin y al cabo eran solo eso, leyendas. Recodando las palabras de mi madre me dí media vuelta para irme a casa o en busca de ella, pero, antes de que pudiera dar mi primer paso escuche un sonido proveniente de entre los arbustos, puede ver como unos ojos azules verdosos me miraban con un toque amarillo que los hacían mas asesinos, escuche claramente un gruñido proveniente de ese mismo lugar, poco a poco fue saliendo un lobo negro azabache, me enseñaba los colmillos y estaba en posición de ataque, quise moverme, salir corriendo pero no podía, no podía moverme de mi maldito lugar. El lobo empezó a correr hacia mi y en un gran salto se cernió sobre mi...
*Fin del sueño*
-Kyaaaaaaaaaa- Grite.
-¡¡¡¡¡Alba, Alba despierta es solo un mal sueño, Alba abre los ojos!!!!- Mi madre no paraba de agitarme y gritar me, pero yo solo sentía como aquel lobo me arrancaba la piel y me destrozaba poco a poco.
-¡¡¡¡Marco, Marco llama a una ambulancia corre!!!, !!!!Alba, hija mía debes despertar es solo un mal sueño!!!!
No veia nada, solo los malditos ojos de aquel lobo, podia oir de fondo la sirena de una ambulancia y poco mas...
-Doctor, ¿Como se encuentra Alba?-Pregunto Marco.
-Señorito, ella esta bien, en estos momentos esta descansando, sera mejor que la dejen y ya les avisaremos cuando ella despierte.
-¿Sabe que le pasaba?-Pregunto mi madre.
-No, no lo sabemos, pero lo que fuera no la dejaba despertar y la estaba atormentando. Deseariamos que nos dejaran hacerle unas pruebas para comprobar donde podria estar el preoblema.
-De acuerdo.
Cuando desperté vi a mi madre a mi lado sosteniéndome la mano y una lágrima le cruzaba el rostro, parecía muy apenada, pero ¿Por que? ¿Y donde me encontraba? Esta no era mi casa y lo único que podía recordar era al maldito lobo arrancándome la piel. Ese maldito lobo y ese mismo sueño me atormentaban desde pequeña, a causa de el me llevaron a psicólogos y diversos doctores privados para que me pudieran aliviar el sueño, lo consiguieron cuando tenía 7 años, pero por lo que veo a vuelto y con mas fuerza que nunca; De pequeña lo único que lograba ver eran esos ojos pero no mas, en cambio ahora podía hasta sentir como me destrozaba poco a poco.
-Alba, ¿Como te encuentras?-Dijo mi madre, que aunque hubiéramos peleado parecía como si nada hubiera pasado, en cierto modo me reconfortaba.
-Bien, una pregunta mama.
-Dime hija mía.
-¿Como he llegado aquí?
-Cariño, llamamos a una ambulancia, solo gritabas y no despertabas ni respondias. Vuelve a ser el sueño ese?
-Sí-Dije solamente.
-Pues tendremos que volver a ir a psicólogos ¿De acuerdo?
-No, por favor mama no quiero volver a eso...-De pequeña yo lo pase muy mal, siempre de psicólogo a psicólogo o de doctor a doctor, me recetaban lo que creían que funcionaria, pero eran medicamentos muy fuerte para mi y cuando los tomaba lo pasaba realmente mal, había veces que hasta me tenían que llevar a urgencias por que no respondía y no reaccionaba ante nada, no, no quería volver.