Parte 1

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»Verano del 2009, Ciudad de Nueva York, E.U.

–¿Por qué tengo que ir mamá?– Preguntaba Harry, un chico de 15 años originario de Londres, a Harry le encantaba acompañar a su madre a cualquier parte del mundo que ella tuviera que ir, excepto esta vez. Su madre había ido hasta la ciudad de NY para arreglar unos asuntos, asuntos a los que Harry no podía ir, "Cosas de adultos" había dicho su madre. –Lo siento H, tendrás que ir con la tía Rose, solo serán unas horas, lo prometo– Dijo su madre arreglando su cabello.

"Siempre son solo unas horas..." pensó el rizado colocándose los auriculares de su iPod mientras se subía al auto. A Harry no le importaría tanto si el lugar al que se va a quedar es un cuarto de hotel, una plaza comercial, un parque, incluso un aburrido café, pero la casa de tía Rose era algo inaceptable. No era mala, era un amor de persona, lo que sucedía es que la tía Rose tenía un vecino y ese vecino tenía un hijo, y ese chico en especial no le agradaba.

Harry no odiaba a las personas, a sus 14 años había decidido seguir el camino del pacifismo, decir "no" a la violencia, al odio, al rechazo y a todas aquellas cosas negativas que herían a las personas. Pero ese chico... Ese chico no merecía las palabras bonitas de Harry, sus gestos amables, hasta un "hola" proveniente del rizado parecía mucha cosa.

–¿Por qué no te gusta la casa de tía Rose? Tiene gatos, tú amas los gatos, siempre tiene galletas, tiene tu videojuego favorito y siempre te deja dormir tarde, no veo lo malo de quedarte con ella hasta que regrese– Dijo la madre de Harry mientras subía al auto, en el iPod de Harry se reproducía Breathe de U2, el rizado estaba tan concentrado en su parte favorita de la canción, cuando su madre le desconecto los auriculares.

–¡Mamá! ¡Yo estaba escuchando eso!– Gritó Harry mirando a su madre con molestia. –Y yo estaba hablando contigo, usar auriculares mientras hablas con una persona es inapropiado– Dijo su madre comenzando a conducir hacia casa de tía Rose. –Dime, ¿por qué no te gusta ir ahí?– Preguntó su madre viéndolo de reojo. –Solo no me gusta... Es todo– Dijo Harry paseando su vista por sus canciones.

≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈

–Niall... Necesito que vayas al tarjet por los víveres, ¿podrías?– Preguntó el padre del rubio desde la cocina, el rubio se encontraba jugando su videojuego favorito en la sala de estar, pero en cuanto escuchó a su padre, dejó lo que estaba haciendo, se puso de pie y asintió tomando el dinero que su padre le había dado.

Salió de su casa y vaya sorpresa se llevó al ver al sobrino de la señora Cox bajar de la camioneta de la otra señora Cox, osea la madre del chico. El chico rizado llevaba sus auriculares puestos, estaba enojado, Niall lo sabía.

El chico lo miró por unos segundos demasiado fugaces antes de bajar la mirada. Niall y él se conocían. Aunque Niall conocía a Harry mejor de lo que les gustaría admitir.

»Flashback.

Una tarde, el chico rizado se quedó fuera de la casa de su tía por un descuido de no llevar sus llaves, Niall lo vio, y como el chico amable que era le dijo que si quería pasar a su hogar, el rizado no lo dudó mucho, se puso de pie y entró a la casa de Niall.

Toda la tarde habían jugado, habían reído, se contaron uno que otro secreto de adolescentes, todo iba bien hasta que Harry le preguntó si podía entrar a su baño, Niall olvidó su pequeño secreto y le dijo que estaba bien si entraba al de su habitación.

Harry no tenía idea de donde era la habitación del rubio, pero de pronto encontró una habitación de puerta blanca con letras doradas que tenían la leyenda:

"Niall J. Horan.
PROHIBIDO EL PASO."

Había pequeños tréboles de cuatro hojas y pequeñas banderas irlandesas, esa tenía que ser la habitación de Niall.

El rubio seguía jugando, cuando de pronto recordó lo que guardaba en su habitación. –¡HARRY NO ENTRES AHÍ!– Gritó el rubio dejando el mando del XBOX para subir corriendo las escaleras, pero ya era tarde. Harry estaba parado justo en el marco de la puerta, estaba ¿asombrado? ¿Asustado?

–¿Harry?– Preguntó Niall en un tono de voz muy bajo, el rizado tenía entre sus manos unas 10 fotografías. –Tú... Me espías...– Susurró Harry sin mirarlo. –Te puedo explicar todo esto, lo juro...– Dijo Niall, pero el rizado no quería que le explicara lo que ya era obvio para él. Y entonces pasó, al diablo con el pacifismo. –Eres un enfermo... ¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto? ¿Lo haces con un fin en especial o solo estas obsesionado conmigo?– Preguntó Harry dejando las fotos donde estaban. –No quiero que te acerques a mi otra vez, ¿entendido? No me hables, no me mires, ni si quiera respires cerca de mi... Esto es enfermizo Horan...– Dijo sin dejar al rubio explicarle, lo empujo y salió de su casa tan rápido como pudo.

»Fin flashback.

Ese verano del 09' mientras Harry paró unos segundos en la mirada azul de Niall este había jurado mentalmente seguirle la pista a Harry hasta que escuchara porque hacía lo que hacía. Niall no era un enfermo, estaba enamorado, eso no es enfermizo, ¿o si?
 

Mad Love »N.S.« #ᴡᴀᴛᴛʏs2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora