DE REGRESO AL COLEGIO

36 8 2
                                    

                                                                                  "Gente nueva" 


Era el primer día de clases y sucedió lo típico, te reencuentras con tus amigos después de dos largos meses de "vacaciones". Como ya era el segundo grado de secundaria, fui sólo al colegio, a mis demás compañeros lo llevaron sus padres, o, por lo menos a la mayoría. 

Yo me encontré con mis típicos amigos de mi misma estatura, Gianmarco (el depravado sexual), Alex (el que siempre lo jodíamos y aprovechábamos su sensibilidad), Jhordan (el pervertido), Lenard (el gilero*), y yo, Ron (yo soy una mezcla de todos los mencionados), juntos éramos los más bajitos de la clase.

- Hola, Ron. ¿Cómo estás? -dijo Lenard-. ¿Cómo te la has pasado en vacaciones?

- Me las pasé en casa de mi tía que vive en Ica. Bueno, sólo el primer mes -aclaré-, el otro mes lo pasé en casa. ¿Tú cómo lo has pasado?

- Yo también estuve en Ic...
-¡RON!, ¡LENARD!-nos interrumpió el auxiliar-. ¡Pónganse a formar, en el recreo se ponen a conversar! 

La formación de los lunes cívicos. Tal y como lo esperaba; las palabras del presentador -que siempre solía ser el mismo profesor-, las palabras de bienvenida y el sermón de la directora y, por último la oración a cargo de la profesora de educación religiosa, más conocida como "La mami " y no como Ángela, su verdadero nombre.

Al término de la formación, cada alumno entraba a su aula respectiva. 
En el salón pude encontrarme con Nijha -Mi mejor amiga desde la primaria hasta la actualidad-.

- Hola, Ron ¿Cómo has estado?, ¡te extrañé un montón! -dijo con una hermosa y grande sonrisa.

- ¡Yo también te extrañé! -le dije y sonreí lo mejor que pude-, y déjame decirte que te ves preciosa -se lo dije, sabiendo que le molestaría-. 

«A ella no le gusta muchos los halagos. ¿Es mi mejor amiga y lo había olvidado?».

- No digas eso. -su sonrisa se cambió a una cara seria. Arruiné el momento.

- Es verdad. -traté de mejorar la situación y argumenté de la peor manera- Te estoy hablando en serio. 

- Gracias entonces, creo.

- Buenos días alumnos -saludó la profesora Aurora, mientras caminaba de la puerta del salón hasta su asiento-. Hoy empezaremos desde cero, otra vez. La mayoría de ustedes me conoce, pero veo nuevas caras, así que nos presentaremos cada uno empezando por mí.

Luego de ella todos siguieron el ejemplo. Yo estaba ocupado pensando en lo que me había sucedido en las vacaciones -digamos, como para no escuchar la presentación de cada uno del salón, entre nuevos y los que ya conocía. 

No podía creer que me había enamorado justo un día antes de comenzar las clases.
Rosse, -no, no es la del Titanic-. «Aunque no sería nada mal enamorarse de alguien como ella».
Así se llamaba aquella chica, prácticamente nos conocemos desde que éramos fetos en el útero de nuestras madres (si creen que exagero, están equivocados). Nuestras madres se conocían desde la adolescencia y es por eso que nosotros nos conocemos desde allí, aunque supe de eso más después.

- Ron, Ron, es tu turno de presentarte -dijo la profesora interrumpiendo mis recuerdos-, ¿qué tienes?, ¿te has dormido o qué?

- Discúlpeme, profesora -dije mientras las risas de los demás y me presenté-: Mi nombre es Ron y tengo 14 años.

- Muy bien -dijo la profesora y añadió-: ahora tú.

- ¿Yo? -preguntó una voz temblorosa y delicada. Era una mujer.

- Sí, tú -afirmó la profesora-.

- Me llamo Jhomira, tengo 14 años y vengo de la sección "G". 

los demás alumnos siguieron presentándose y yo seguí perdido en mis pensamientos.

El primer día de clases se me pasó volando. A la hora de salida fui a la casa de mi abuela con el celular en la mano, esperando la llamada de Roose -llamada que no llegaba pero  esperaba desde la madrugada-. Llegué a casa de mi abuela y comí así tipo como un rey. Siempre solía ser un banquete. 
Típico cuando vas a la casa de la abue.

Luego regresé a casa por el camino más largo, pues no me gustaba -ni me gusta-, estar en casa. Al llegar hice todo lo que tenía que hacer y más. Limpié la sala, ordené la cocina, el patio, mi cuarto, el de mi madre y el de mi hermana; sólo me quedaba limpiar el baño pero me interrumpió una llamada en mi celular, así que respondí lo más rápido, sin leer el número.

- ¿Hola? -Contesté a la llamada-.

- Muy buenas tardes, ¿se encuentra la señora Sol Vega Aquije?

- No, ella no se encuentra. ¿Quién la busca? -Pregunté.

- Mi nombre es Gabriela Bernaola, y buscaba la señora Vega para recordarle su deuda con el banco -respondió-.

- Está bien. Yo le avisaré.

- Gracias, que tenga un buen día.

- Igualmente, adiós.

Colgué el teléfono y lo aventé a la cama, fui a la sala y encendí la televisión, busqué en los canales algo para entretenerme, pero no encontré nada. Volví al cuarto y me puse los audífonos, los conecté al celular y abrí el reproductor de música. Escuché música hasta quedarme dormido, no recuerdo el tiempo que dormí pero me despertó un sonido fuerte.

Era mi celular. Otra llamada.

- ¿Hola? -contesté molesto. Seas quien seas hiciste algo fatal: interrumpiste mi sueño. Eso es imperdonable-.

 - Hola, Ron, soy yo, Roose. ¿Qué pasó? suenas molesto. -respondió.

- Rosse, hola. -respondí sorprendido.

- ¿Estás ocupado esta noche? -me preguntó-.

- No, no estoy ocupado. ¿Por qué?, ¿tienes algo en mente?

- Me pregunté si podíamos salir al cine o a comer algo -respondió-.

- Sí, claro -respondí entusiasmado-. ¿A qué horas? 

- A las seis y treinta estaría bien -respondió-, hasta más tarde, mi papá ya llegó. Te quiero.

- Está bien, hasta más tarde. Te quiero. -Corté la llamada.




*Para quienes no sabían el significado de 'gilero' ; ésta palabra significa Persona que se aventura a conseguir nuevos amores, o tiene la autoestima suficiente para creerse galán (según mi concepto).








Amarte duele, quererte no.Where stories live. Discover now