1ra parte: La fiesta

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Eché el pestillo en el tercer intento; ni siquiera pude enfocar la vista en ese pequeño botón, fue más a tientas que otra cosa.

Me dejé caer con torpeza sobre la tapa del inodoro, sosteniéndome con las manos abiertas sobre la pared de suave granito para asegurarme que no me iría de boca. Debía ser tremendo espectáculo.

Descansé las manos sobre mis rodillas y eché la cabeza hacia atrás, mirando el techo. Podía ver esa mancha de humedad bailando sobre mi cabeza. Quienes dicen que estando borracho todo te da vueltas, es un mentiroso; todo a tu alrededor brinca, no da vueltas. Brinca una y otra vez, hasta dejarte la sensación confusa de no saber si eres tú quien está brincando en realidad.

Arrastré la mirada sobre la pared frente a mí, mientras volvía a enderezar la cabeza con una lentitud exasperante. Reconocí mi propio aroma, la mezcla del perfume Trésor Midnight Rose con la marca más corriente –y barata- de cerveza ámbar. Mi intento por recordar cuántas botellitas me empiné durante las últimas 3 horas desapareció tan pronto encontré algo mucho más interesante en el marco de mi visión borrosa, en este caso, fue el papel higiénico y sus dibujitos marcados en suaves relieves.

Sacudí la cabeza, incapaz de descifrar cuánto tiempo llevaba encerrada. Había tanto ruido fuera que probablemente habían tocado más de una vez y yo jamás me enteré.

Salí aun tambaleándome. La fiesta seguía tan fuerte como hace una hora, dudaba seriamente que fuera a detenerse pronto.

Tenía el estómago lleno de tanto líquido –nada de alimento, sólo líquido. Supe que no podía seguir tomando o terminaría vomitando, y no estaba segura de que podría llegar al baño nuevamente con la suficiente rapidez para no provocar un desastre en casa ajena.

Revisé mi móvil, eran las 2:13 a.m. No había ni un solo mensaje, ni una sola llamada. Absolutamente nada.

Ahí estaba, ese algo que me había empujado a salir de casa por la puerta de enfrente, a la vista de todos. Ese algo que me empujó hasta esa fiesta de la que sabía desde hace semanas; lo que me empujó a tomar una y otra y otra cerveza, sin darle tiempo a mi cuerpo de adaptarse a la cantidad de alcohol ingerido. Y ahora me daba un empujón más, ni siquiera había sido muy fuerte, si acaso fue sólo una brisa. Pero no necesitaba más.

Salí de esa casa, obligando a mis piernas a no paralizarse sobre el viejo portón en cuanto el viento helado de diciembre me golpeó; pude sentir el subidón en mi sangre, como si el alcohol aumentara 10 grados antes de que atravesara el jardín de enfrente.

Todo estaba borroso, los dedos me hormigueaban; el calor de mi cuerpo, en contraste con el clima, me quemaba.

Di un par de pasos para atrás en un intento pobre por mantener el equilibrio. Las piernas me temblaron como si estuvieran hechas de gelatina y fue inevitable, no fue un golpe seco, pero mis piernas se flexionaron cada vez más hasta que sentí el pasto debajo de mí.

Froté mis ojos, un poco avergonzada de mí misma. «Debí quedarme adentro».

- ¿Estás bien?

- ¡Qué mierda! – Brinqué, literalmente, di un pequeño brinco, pude sentir el dolor en mi trasero por el brusco movimiento.

Una chica estaba sentada en la acera, a sólo un par de metros de mí. Me miraba casi con pena. Solté una risa nerviosa, preocupada del ritmo que estaba tomando mi corazón. «¿Es por el susto o es el alcohol?»

- No quería asustarte. – murmuró. Negué con la cabeza, y después asentí. «Bien, Lauren, qué lista eres».

- No me asusté. – «Jajajajajajaja». Me molesté, hasta la voz de mi cabeza parecía ebria. Volví a mirarla, entrecerrando los ojos para ayudarme a detallarla más. Era una castaña de cuerpo menudo; las ondas de su cabello estaban desordenadas, como si las hubiera peinado con los dedos demasiadas veces. Tenía ojeras marcadas, pero no era algo raro en estas fiestas llenas de universitarios. Vestía unos jeans negros muy gastados y un suéter del mismo color.- ¿Qué haces en el suelo? ¿También te caíste? – No pude evitar sonreír como idiota por imaginarla cayendo.

Sin sol [Camren] #premiossugar2017 #HistoriasMagicasMGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora