Prólogo.

11 3 1
                                    

—Mierda—. Dije caminando por el pasillo.

Absolutamente yo no iba a cambiar por una estúpida chica, menos por una que se cree la más inteligente y que trata de manipularme a su antojó, que arrogancia de parte de ella.

Tsk. No la soporto ¿Quién se cree? Llega de la noche a la mañana y me dice que tengo que cambiar mi forma de ser ¿Enserio? ¡Vamos, ¿Qué persona pierde sus minutos hablando con un vago como yo?! Los maestros se han rendido conmigo y me han expulsado a la peor clase y no puedo creer que una chica de otro salón y, de la mejor clase, venga y me diga que debo cambiar mi forma de ser, es como pedirle peras al horno.

—Hoy presentaremos exámenes sorpresa —. Escuche decir a unos de la clase C.

¿Examen sorpresa? Me da igual, al fin y al cabo yo no necesitó de buenas notas. Porque soy un marginado de la clase F. Aun cuando no me importan las categorías, me molesta que todo el mundo se estrese por estudiar, muchos nacieron con el talento y otros no, así que ¿Por qué esforzarnos? Yo no me esforzaré, no me importan mis notas, sí y me vale mierda reprobar. Ya que después de todo, no tengo algún objetivo en esta vida.

“Eres un inútil, lo único bueno que tienes es tu inteligencia” “¿¡Qué la clase de marginados!?, donde esta tu inteligencia que tenias” “Eres tan decepcionante ” “Miren, el que decía ser mejor que nosotros ahora tiene malas notas ”

Todos esos malditos comentarios de aquellos que decían ser mis amigos, me mintieron, si supieran que la causa de mi malas notas son ellos, ¡Nunca se pude complacer a nadie! Es por eso que yo... Deje de esforzarme, porque a mi no le importa mi vida... Al menos eso creía.

Corazón fríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora