Narra Silvia.
Me despierto por la mañana y al levantarme despacio veo la cuna que Alvaro trajo para el bebe, no paro de pensar en lo que me dijo ayer por la noche. Me siento una estúpida por quedarme callada, pero tengo miedo a sufrir. Me levanto y desayuno y como cada domingo antes de ir a dar un paseo decido ir al cementerio donde esta mi padre, no sin antes coger las flores que compré y llevárselas.
Minutos después llego al panteón, me hecho a llorar mientras acaricio mi abultado vientre, mi padre lo era todo para mi. No se que voy hacer a partir de ahora, tengo miedo sobre todo por mi hijo. Le pido a mi padre que me ayude, y al darme la vuelta escucho una voz que me llama, al darme la vuelta veo el alma de mi padre volando,
S: Papa! Papi!
C: Hola hija, no tengas miedo, mendieta te quiere y el siempre estara para ti en lo bueno y en lo malo, no lo dejes escapar y otra cosa jamas en la vida voy a dejar de quererte y estoy muy orgulloso de ti te quiero hija
S: Y yo papa.
Silvia sienta un poco de paz en su interior al saber que su padre sabia que mendieta la queria. De camino de vuelta a casa pensó en llamar a Alvaro. Pero creo que lo mejor sera que vaya su casa a hablar las cosas a la cara con el.
La casa de Alvaro esta a unos quince minutos del cementerio, llego a la puerta y timbro, en eso sale Alvaro solo con una toalla, sin camiseta y viendo su precioso pecho tonificado. Me pregunta que quiero. Le digo que quiero hablar con el y me hace pasar, mientras me siento en el sofa el sube arriba a vestirse corriendo.
Minutos despues baja y yo suspiro, pienso bien lo que le voy a decir y se sienta a mi lado.......
