▪168 (narrado I)▪

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Brenda y Juliana llegaron al pool y buscaron con la mirada a los cuatro chicos; Lautaro, Agustín, Santiago y Paulo.

-Allá están- gritó Brenda agarrando del brazo a Juliana y llevándola a paso apresurado hasta los chicos.

-¡Eu!- gritó Lautaro con una gran sonrisa cuando las vio. Los demás voltearon y vieron que se trataba de las chicas.

-Holaaa- gritó Bren mientras saludaba a cada uno con un beso en la mejilla.

-Hola- saludó Juliana y le dio un beso en la mejilla a cada uno.

Paulo miró detenidamente a su ex novia; está tan hermosa como siempre, como la extrañaba.

-No se te vayan a salir los ojos- susurró el colorado.

-Andaaa- rió Paulo.

-Bueno vamos a jugar- dijo Santiago.

-Dale, hagamos dos grupos- propuso Agustín.

-Lauti, Santi y yo- dijo Brenda.

Juliana la miró fulminandola con la mirada y Brenda solo le sonrió y guiñó el ojo.

-Les vamos a ganar- dijo Lautaro.

-No te creas Lautarito- le contestó Juli.

Empezaron a jugar y ganó el equipo de Juliana.

Se abrazaron los tres como si hubieran ganado algo importante. Se separaron y Juliana y Paulo se miraron tímidamente como dos adolescentes.

-¿A quienes les iban a ganar?- preguntó Agustín riendo.

-Nunca pensé que jugaras tan bien querida tía- dijo Lautaro mientras apoyaba su brazo en mi hombro.

-Pero ya ves que no- lo miró y le sacó la lengua.

-Quiero revancha- habló Brenda.

-Voy al baño- avisó Juliana.

-Yo voy a buscar algo para tomar- dijo Agustín.

-Te acompaño- le dijo Brenda.

-Dale- sonrió el colorado.

-Bueno pero apurense porque yo de acá no me voy hasta que le ganemos- dijo Santiago y todos rieron.

Paulo siguió con la mirada a Juliana hasta que la perdió de vista.

-Anda, seguila- le dijo su sobrino.

Sin pensarlo dos veces la siguió.

-Vamos tío- sintió como gritó Lautaro y rió por lo bajo.

Juliana entró al baño y se lavó la cara, Paulo estaba tan lindo; como siempre.
¿Por qué no podía jugársela? ¿por qué no podía aceptar que todavía lo amaba? ¿por qué todo tenía que ser así?
Suspiró frustrada.
¿Qué se supone qué tenía que hacer ahora? Le dolía ver a Paulo, le dolía estar así con él pero ella era la única que podía cambiar todo ¿cómo? dejando el orgullo de lado.
Salió del baño y se encontró con Paulo, quien estaba esperándola.

-Juli- dijo mirándola con ternura.

-¿Pasó algo?- preguntó ingenua.

-No- respondió él sin dejar de mirarla a los ojos.

-¿Entonces?

-Te extraño, te extraño como no te podés imaginar.

-Paulo por favor...

Él la interrumpió.

-Escúchame te lo pido- suplicó.

-Te escucho- Paulo se sorprendió al escuchar eso, creía que ella no lo escucharía y lo mandaría a la mierda como las otras veces anteriores.

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