Cap. 1- Mi historia

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Mi historia no es nada alegre o feliz, ni nada por el estilo. Todo empezó cuando a mi hermano menor, Daiam, le detectaron cáncer en la sangre (Leucemia).  Para cuando descubrimos la enfermedad ya estaba demasiado avanzada y los médicos no pudieron hacer nada para salvarlo. A finales de febrero del 2010 murió.

Fue un golpe muy duro para todos nosotros, yo solo tenía 10 años y ser consciente de que había perdido a mi único hermano, fue fatal. Para mis padres también, por eso dos meses después de la muerte de mi hermano nos mudamos a Canadá, pues el trauma que causó su partida y el vacío que dejó nunca fue fácil de superar. Papá decía que debiamos enfrentar la vida y seguir a delante. Mientras que mamá cada día se consumía mas. Pero a mi padre eso no le importaba.

Venir a vivir a este país resultó ser todo lo contrario a lo que esperábamos. Nuestra casa se convirtió en un campo de batalla. Mis padres peleaban todo el tiempo, se gritaban cosas y se culpaban por la muerte de Daiam.

Con el tiempo las peleas cesaron, pero no por que las cosas se arreglan entre ellos, sino por que papá comenzó a ausentarse. Ya no venía a almorzar con nosotras e incluso eran pocas las veces que dormía en la casa. Una noche vino a casa, yo estaba en el salón de la casa mientras armaba mi rompecabezas, fue un regalo de Daiam para mi noveno cumpleaños. Cuando lo vi cruzar la puerta corrí hacia el y lo abracé muy fuerte, se inclinó para darme un beso en mi frente y me separó de el cuidadosamente. Subió las escaleras, yo volví a a jugar con una gran sonrisa en mi rostro, que ilusa. Pensé que se quedaría a dormir y que cenaría con nosotras, pero todo eso se fue por el escusado cuando lo vi bajar con una maleta y con mi madre pegada a su espalda gritándole que era un cobarde y que si salía por esa puerta jamás volviera.

A "mi padre" no le importó nada, ni siquiera yo, cuando cruzó la puerta dando un portazo y se fue dejándonos a mí y a mi madre sin ni siquiera despedirse de mi. El no comprendía el dolor de mi madre, ella aún no había superado la muerte de su hijo, por eso se marchó con otra mujer, según mi madre, a solo seis meses de habernos mudado.


Mi madre cayó en una depresión que no nos ayudaba para nada. Yo ya tenía 16 años. Dalia se refugió en el alcohol y por eso nunca tenía un trabajo estable. Yo me canse de esa situación y decidí buscar un trabajo para poder pagar los gastos de la casa. Por que mi madre se había convertido en una alcohólica depresiva. Yo tenía que estudiar y trabajar al mismo tiempo.

Trabajaba en un restaurante que se encontraba en uno de los centros comerciales de la ciudad, era camarera. Mi turno era por las tardes después de salir del instituto, aunque siempre me pasaba por la casa para ver como estaba mamá, en su estado dejarla sola no era una buena idea. A pesar de que no me pagaban bien, por lo menos era suficiente para sobrevivir y para los antidepresivos de mamá.

El estado de mi madre empeoraba cada día mas, así que decidí que ya era hora de ir al psicólogo ya que las charlas y los grupos de ayuda en los que mamá participaba no estaban sirviendo de nada. Llegó un momento en el que mamá estaba totalmente fuera de sí, yo no sabía que hacer sentía que el mundo se me estaba viniendo encima, estaba perdiendo a mamá. Los psicólogos hacían un esfuerzo por ayudarla pero ella se negaba, ellos decían que probablemente terminaría enloqueciendo o en el peor de los casos se quitaría la vida, por que ella seguía culpandose por la muerte de Daiam y por el abandono de papá, estaba tan mal, que decía que iría al infierno. Aveces decía que papá también estaba muerto y que ella era la viuda de Butler.

Mi madre ya estaba perdiendo la poca conciencia que le quedaba.

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2017 ⏰

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