Justin llego a tu casa puntualmente a las 3:00 pm.,
-Hola- le saludaste coqueta- entra.
-Gracias- Dijo entrando en la casa- y entonces lista para aquello?
-siempre lo estoy- le dijiste seductora.
-Me encanta!-se le escapó a Justin- …este.mmme..me encanta e..esta porcelana!- se apresuró a decir cogiendo lo primero que vio al observar como lo mirabas- y …donde vamos a ensayar?
-En mi cuarto. No quiero que nadie nos interrumpa.
Subieron las escaleras y entraron a tu habitación
-bueno, y que quieres que te enseñe. Mira que estoy de buenas!
-No me digas- le dijiste bastante sexy - pues lo que se supone que ponen siempre en los bailes escolares.
-Ponen de todo: música lenta, movida, romántica… por dónde empezamos?
-no sé, tu eres el maestro
-ok, entonces ponte una emisora y bailamos lo que suene.
-Bueno- prendiste tu equipo de sonido y pusiste una emisora, lo que estaba sonando: una balada romántica.
-Aquí vamos.
Justin te agarro de la cintura y la pego a él. Solo te dejaste guiar. Él puso su frente con la suya y te miraba a los ojos. Cogió tus manos y las llevo a su cuello luego volvió a tu cintura y te acerco aún más.
La música era lenta y Justin te hacia moverte como si estuviera en las nubes. Tenías miedo de caerte. Luego comenzó una canción algo más movida y aun juntos empezaron a moverse. Juntando sus cuerpos experimentaban por la cabeza miles de ideas y pensamientos al sentir su cuerpo junto al suyo.
-yo no aguanto más!-dijo Justin. Te apretó a él y te beso.
En realidad, junto sus labios con los tuyos bastante apasionado esperando tu respuesta, pero no la obtuvo. Se detuvo y te miro sorprendido. Estabas en shock y al mirarlo un destello de luz paso por los ojos de Justin atrayéndote e hipnotizándote. Lo cogiste del cuello y lo besaste apasionadamente.
Ambos juntaron sus bocas y como si fuera el fin del mundo se besaron como si nunca más pudieran volver a hacerlo. Parecían dos niños saboreando el más delicioso helado, disfrutaban de sus labios; jugaban el uno con el otro. Pero Justin no quería dejarlo ahí; empezó a jugar con tu lengua en la boca haciendo que esta descubriera cierta inquietud y necesidad de ir más allá. Lo agarraste por la espalda y juntaste las caderas de el con las tuyas con fuerza, pasión y deseo.
Justin sonrió entre besos y empezó a llevarte a la cama. Cayeron como dos infieles amándose a escondido. La necesidad del uno por el otro se fundía en cada beso. El empezó a besarte en el cuello y con sus manos acariciaba con loca pasión tus muslos y piernas.
Al hacerlo sentías que ibas a estallar. Estaba sumida en tanto placer que no tenía uso de sí. Con sus manos apretaba el tendido de su cama sumergida en un mundo de fantasía.
-señorita!-oyó que alguien te llamo. Debía ser conchita pensó.
-ignórala -le decía Justin volviendo a tu boca. Ahora sus manos empezaron a subir tu blusa y acariciaban tu abdomen delineando todas tus curvas.
-Estas ahí?- oyó nuevamente
-NO hagas caso!- decía Justin con su respiraron entrecortada.
-Pero..mmm…-dijiste en medio de gemidos y placer. Justin se quitó la chaqueta y seguidamente su camiseta. Al ver su abdomen te erizaste por completo y sentiste cierto calor en sus mejillas. Justin volvió a tus labios, pero ahora tu querías disfrutar de él. Hiciste que se volteara para quedar encima de él.