La Sirenita

Cap 1

Marinette POV
Me sorprende todo lo que he aprendido sobre los humanos es más de lo que he aprendido en mi vida entera. La verdad espero volver a encontrarme con Adrien y los otros, así tal vez los conozca mejor. Pero por ahora debería descansar un poco para mañana seguir recolectando objetos humanos y darme otra vuelta por esa playa

(...)

A la mañana siguiente me cuesta mucho levantarme de mi cama, pero como princesa es mi deber estar al tanto de nuestro querido pueblo y es mi obligación levantarme temprano... Por mucho que me cueste

Al terminar de desayunar, nos llega la agenda de las actividades del día de hoy. Primero las actividades matutinas diarias, que son dar un paseo por el pueblo a comprobar que todo esté en orden y escuchar y tratar de solucionar los problemas de los mercaderes. Parece que hoy tendremos que vigilar y organizar la construcción de una nueva residencia para los visitantes de otros pueblos vecinos.

Espero que esto no dure demasiado

Adrien POV
–Hey bro... Adrien... Agreste... ¡¡Adrien!!

–Ehh... Ah, si. Este... ¿qué decias?

–Decía que podríamos ir a rentar un bote para explorar un poco el mar– responde Nino

–Oh, claro. Si quieren puedo ir yo a rentarlo de una vez

–Adrien. Haz estado muy distraído últimamente ¿Qué sucede?– dice Alya extrañada

–Nada Alya. Es solo que... No puedo dejar de pensar en aquella sirena– verdad a medias

–¿La que nos encontramos en el acuario?– pregunta el moreno

–¿Pues de cuál otra menso?– Alya le da un sape a Nino algo fuerte

–Si, ella

–Bro ¿Por qué crees que les dije esa idea? Tenía la esperanza de que la volviéramos a ver– dice Nino sobándose la cabeza

–Tal vez haya una pequeña posibilidad de que la veamos– dice Alya emocionada

Marinette POV
¡Al fin! Ya soy libre para poder explorar y ver si me puedo volver a encontrar con Adri... Digo, con los humanos

–¡Espera Marinette!– me dice mamá antes de que salga–. Antes de que te vayas tenemos que mostrarte algo

–¿Qué es, mamá?

–Es una sorpresa– papá llega y me dirije a nuestro jardín

Al llegar siento que alguien me tapa los ojos y dice:

–Adivina adivinanza ¿Quién es el mejor hermano del mundo?

Me quito las manos de los ojos y voleando esperando encontrar a...

–¡¡Mariot!!

–¡Hola, peque!

Nos abrazamos por un rato y el empieza a revolverme el cabello, como es su costumbre

–¿Me extrañaste Mari?

–¡Por supuesto! Cuentame todo ¿Cómo te fue? ¿Ganaron la guerra? ¿Me trajiste algo?

–Tranquila hija, deja su descanse un poco

–No pasa nada mamá. No estoy cansado. Ya quería verlos– responde Mariot sacando algo de su concha (es una mochila pero en vez de usar tela, usan conchas marinas)–. Para mi pequeña hermana