Parte única.

69 9 0
                                    

A grandes zancadas, caminas a mi dirección y tomando con fiereza mi mentón, me obligas a fijar mi vista en tus furiosos ojos, mis labios se entreabren y el aire se escapa de mis pulmones.

-¿Por qué te acostaste con Jungkook?

Me limitó a observarte, ¿cómo podría negarme cuando me mirabas de esa forma?

Sin embargo, poco tardo en sonreír con superioridad, ¿no era eso lo que quería? Verte abatido, tan dolorido como me sentí luego de mirar cómo te enrollabas con esa chica.

Inclinas mi cabeza dejando al descubierto mi cuello. Aunque no puedo verte, escucho tus dientes castañetear al mirar las marcas que no has hecho está vez en el. 

Empujas mi rostro frunciendo el rostro, es la primera vez que me dedicas un gesto de completo asco y comienzo a cuestionarme si tener sexo con tu mejor amigo haya sido lo correcto para mi, para ti, para nosotros.

Para igualar nuestros propios errores.

-Joder, Taehyung, mierda, no puedes estar haciendo esto –gruñes completamente fuera de sí, te alejas sólo para romper todo lo que encuentras a tu paso.

-Ojo por ojo, Jung Hoseok –te retó y un grito de pura frustración se escapa de tus labios, en otros momentos me habría asustado ante tu repentina reacción, pero el dolor se incrusta en mí tan vengativamente que me impide pensar correctamente, imágenes tenues de Joy y tú entregándose allí me ponen enfermo, en la misma habitación donde solía posar mi cabeza en tus muslos y sentir tus fuertes manos acariciar mi cabello, susurrándome un sinfín de palabrerías que ahora suenan tan vacías que tengo que retener el vómito que se abre paso en mi garganta.

-¿En qué carajos pensabas? ¿No lo odiabas? ¿Cómo pudiste?

Recuerdo las manos de Jungkook viajar por todo mi cuerpo, besando cada centímetro de mi y recordándome lo precioso que era, pero por alguna razón, no se sentía bien.

No era la primera vez que él me tocaba, no, sin embargo, si fue la única vez en la que mis pensamientos se centraron en ti. Me corrí susurrando tu nombre, lágrimas de arrepentimiento drenándose por mis sienes y mi cuerpo temblando debido a la propia tristeza y no por el recién orgasmo que recorría mi cuerpo, que me ensuciaba el alma y el amor que sentía por ti.

Completamente rojo de cólera, tomas nuestros retratos juntos y los estrellas en el suelo tan fuerte que se hacen añicos frente a mis propios ojos que luchan por no aguarse y mantenerse en los tuyos que son reemplazados con ese brillo, tan poco familiar para mí.

Pero no doy marcha atrás, no cedo ante mis impulsos que ahora mismo gritan lo mucho que te necesito, lo doloroso que es tenerte y perderte en tan sólo un par de segundos.

-¿Quién fue el primero en clavar el cuchillo, Hoseok? –te grito altaneramente.

Giras sobre tus talones y te pierdes de mi vista, entonces, por primera vez caigo en cuenta.

Te he perdido.

Mis piernas temblorosas pierden la fuerza cuando escucho la puerta principal cerrarse de un certero golpe y el silencio inunda el departamento, nuestro departamento.

Me derrumbo el frío azulejo y sin pudor alguno, las lágrimas caen pesadas y frías, mis puños golpean mis muslos con fuerza y dolor en mi pecho se ha intensificado tanto que comienzo a respirar con irregularidad.

He perdido la movilidad, únicamente sacudido por los fuertes sollozos que se escapan de mis labios.

Está sensación nuevamente removiendo mis entrañas dolorosa e intensamente, trato fuertemente de enmendar el sentimiento de culpa y soledad que me ha provocado su indiferente despedida y me repito una y otra vez aquellas palabras, que en vez de reconfortarme comienzan a crear ese vacío en mi interior y pronto se extiende en mí sin piedad alguna.

Oh, Hoseok, te lo dije, soy problemático.

Tú sabes que no soy bueno.

You know I'm not good | VHOPE | OS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora