Desde Que Llegaste. [Yaoi/Gay]

Una nueva vida.

(Narra Harry)

-Otro día aburrido, en este castillo aburrido y esta vida aburrida.- Dije para luego dar un largo bostezo y estirar mis brazos.

-¡Oh, vaaaaamos! No es tan malo, es un lugar lindo.- Dijo mi conpañero de cuarto, 598. No es un sujeto que adore, pero bueno, tampoco es para tanto.

-Pfff, sí. Por supuesto que sí.- Dije riendo un poco y rodando mis ojos. Un silencio bastante incómodo llegó al cuarto, terminé de limpiar mi máscara y mis dientes. 598 se iba a quedar un rato en el cuarto leyendo uno de sus cuantos libros, mientras que yo ya bajaría donde el resto.

-Si hay chusmerío me avisas, ¿Eh?- Dijo 598 antes de que cerrara la puerta.

-¿Cuando te he fallado yo con el chusmerío?-

-Jeh, tienes razón. Vé.- Dijo.
Cerré la puerta y caminé por los pasillos hasta bajar por la escalera hacia el salón principal. Habían muchísimas marionetas reunidas, parecía que había pasado algo. Había tantas marionetas que no podía ver qué ocurría; así que me tomé impuso, salté y me trepé sobre un candelabro del castillo para ver qué era lo que ocurría.
Allí estaba 4531, que es el encargado de contar las noticias que van pasando. No es gran cosa, pero supongo que les emociona saber las noticias, ¿Quién no se acabaría entreteniendo con ello cuando estamos encerrados en este castillo?

-¿Cuántas noticias tenemos hoy?- Dijo una marioneta.

-Bien, hoy tenemos una buena y una mala.- Dijo 4531 sonriendo.

Todos exclamaron que primero diera la buena, como era de esperarse. Yo sólo me quedé callado desde el candelabro para escuchar al tipo.
-Okay, escuchen, escuchen... hoy vendrá alguien a adoptar una marioneta, ¡Es el mismísimo Komo del aire!- Dijo 4531 con una sonrisa de oreja a oreja.

Las marionetas comenzaron a festejar. No viene mucha gente a escojer una marioneta, y que fuera un Komo era de lo más raro. Mientras el resto festejaba, me quedé pensando en ello. ¿Por qué alguien como el Komo del aire adoptaría una marioneta? ¿No se supone que es uno de los Komos más poderosos? Mi curiosa mente se llenaba de preguntas y más preguntas.
Recordé que todavía me quedaba ir a contarle a 598, quien no bajó nunca. Pesado...
No tenía ganas de volver a subir, me daba flojera.
Justo en ese instante, la voz de 4531 me sacó de mis pensamientos.

-Por otro lado, no pudieron atrapar a 6724... de nuevo.- Al escuchar eso, la alegría de las marionetas desapareció como si fuera arte de magia. Las sonrisas desaparecieros y comenzaron los buches y murmuros de odio hacia 6724.
Yo nunca lo conocí ni lo ví en persona, y probablemente el resto tampoco, pero siempre hubo un inmenso odio hacia él. Hace años escapó del castillo, y desde entonces lo buscan por todos lados para ejecutarlo por romper la regla 683: "Las marionetas tienen permanentemente prohibido salir de el castillo u lugar de crianza que pertenezcan sin que un Amo les halla adoptado. El castigo por romper esta regla es la horca." Bastante aterrorizante.
De todos modos no creo que sea un mal tipo; o no soy nadie para juzgarle. Además no creo que sea tan malo, yo haría lo mismo también, pero supongo que su historia es como una enseñanza para el resto. Desde que 6724 escapó nadie se ha atrevido a hacerlo.
La reunión había acabado, todas las marionetas volvían a lo suyo. Decidí ir al patio del castillo, realmente no tenía ganas de subir a contarle todo a 598. Cuando salí hacia el patio ví que no era el único. Unas cuantas marionetas también estaban allí conversando, o cosas así. Me subí a mi árbol favorito, uno tan alto que traspasa los muros del castillo y así puedo ver lo que hay del otro lado. Me trepé hasta la copa y me quedé viendo los prados y el cielo.

-Si tuviera la oportunidad de vivir allí arriba también escaparía...- Murmuré. El cielo es tan hermoso... si 6724 escapó por cosas así, pues lo entiendo perfectamente y quizás hasta me cae bien.
Luego ví algo que realmente me costó creer.