El final en una carta

Capítulo único

7/11/1932

Cariño... 

Cuando te conocí descubrí que las personas no siempre son un mundo, pues, me mostraste que eras un universo.

Tus ideales eran perfectos, y tus convicciones indiscutible, a pesar de que dudaras todo el tiempo, siempre tenias la razón. Eres tan increíble, tanto que te odio...

Te odio, por hacer de mí un gran imbécil, por creer que podría ser tu igual, e incluso alcanzarte ¡Qué podríamos estar juntos! ¡Te odio, maldita sea! El peor error de mi vida fue conocerte y enamorarme de ti... Aun sabiendo que mi amor jamás sería correspondido.

Me viste llorar, sabías que era por ti, pero, tenías el gran descaro de mentir, sé que en el fondo también me amabas, tanto como yo a ti. Sé que tenías miedo, pero yo también lo sentía, ¡La sociedad? ¡A quién le importaría la sociedad siempre que estuviéramos juntos?. De sonreírme con esa lastima, mirarme con unos ojos compasivos ¡Me repugnas! ¡Eres una mierda hipócrita! ¿Cómo pudiste...? 

¿¡Cómo pudiste!? Creí, siempre creí que con el tiempo existiría una oportunidad ¿Oh, joder que tonto fui! ¿Que te costaba decírmelo en la cara? Un jamás será  debía ser suficiente... Pero ¡No! Dejaste que me ilusionara, dejaste que nos amaramos sólo con la mirada ¡Y no era suficiente! que me volviera un inútil.

 Tejía en mi telaraña de sueños sobre una fosa que trate de cubrir aquel hoyo, pero probando su resistencia caí en ella, y no pude salir ¡No hay manera de salir, ya no quiero salir! 

Estoy dentro de una fosa... la soga que podría ayudarme a salir no esta muy lejos, veo la luz cada que miro a lo alto. El agujero es profundo, pero aún hay salida.

Aquella soga, fue mi única salida...

Eres mi mejor amigo, y por más que te odie, deseo despedirme...

Esta es mi nota de suicidio, y lamento ser tan impaciente y jamás poder aceptar que lo nuestro no podía ser. Es que te amo tanto que duele, que te deseo conmigo y si no estoy contigo ¿Para que sirve vivir?

Siempre tuyo, Eddie.