Siempre hemos obedecido a lo que dice papá.
Incluso hemos seguido esa extraña costumbre de escribir y usar el inglés en todo lo que encontremos con excepción de nuestra lengua. Esto no le hace nada bien a nuestros sirvientes que de por sí no saben hablar bien su propio idioma. Ha de ser ésta la razón de por qué hoy vamos a escucharle decir la cena de bienvenida en inglés: porque se está volviendo loco.
-Ninguna locura, James.
Me sonríe mi hermosa y joven hermana al leer lo que he apuntado en una servilleta.
-¿Sí? pues entonces, ¿qué está pasando con papá?
-Nuestro padre ya está viejo y desea sentirse especial entre todos nosotros,algo que ya ha conseguido pero quiere dejarlo aún más claro. Él nos ama y no desea fastidiarnos, pero más ama que nosotros lo acompañemos en su vejez.
-Puede que eso sea cierto, pero juro que estas constantes reuniones me están cansando. Van once meses consecutivos que juntamos al núcleo familiar por mes, sólo para oírnos unos a otros. No los han dicho los demás, pero seguro que todos están tan aburridos como yo.
-Es hora de que te pongas la peluca.
-Maldita sea. Debemos seguir usando estas malditas pelucas por la monería de papá. Quiero a papá pero siempre me hace enojar con algo distinto todos los días. No hay un solo y freso día que no me enfurezca por algo que tiene planeado.
-Ya deja de renegar, vístete y ven a sentarte en la mesa con el resto de la familia.
-¿Y tú que haces por aquí?
-¿Aquí en los pasadizos del segundo piso? Pues te estaba buscando, mamá no quiere que tardes y pongas nervioso a nuestro padre.
-Gracias por el apuro. Ve a sentarte en la mesa, yo iré cuando termine de acomodarme las medias y ponerme la peluca.
Exa baja las escaleras rebosando de juventud mientras ayuda en el camino a Joaquín, un sirviente negro, a llevar platos. James siempre se conmueve por esos guiños de caridad que da su hermana incluso con los sirvientes.
Termina de acomodarse los largos calcetines, adorna bien la peluca sobre su cabeza, se mira en su espejo barroco, y finalmente se dirige hacia la mesa. En el camino piensa qué tópicos se tomarán: "¿Acaso volveremos a hablar sobre la plantación de fruta de papá? ¿Sobre los gases de la abuela? ¿Sobre mi actual novia? ¿Sobre mi futura esposa? ¿Sobre los futuros conyugales de mis hermanos? ¿Sobre qué sirviente cocina mejor? Ya no me importa. Estas conversaciones son tan poco amenas que ya me sé el guión de principio a fin."
-Hasta que por fin te dignas en aparecer, mi querido hijo -dice papá con fervor.
-Estaba alistándome lo mejor posible para estar bien presentable ante ti, padre -le respondo.
-El mejor hijo del mundo llega a sentarse en la mesa -padre.
-¿Qué hay de mi, papá? -interfiere Benny- ¿Yo soy menos que James?
-Ay, Benny cabeza hueca, tu hermano es mayor que tú, él será mejor que tú hasta que cumplas dieciocho años. Entonces ambos serán iguales, no importa sus logros.
-Ya lo sé papá -Benny-, pero soy fan de que siempre lo digas.
-¿O sea que yo también seré igual a Exa cuando cumpla dieciocho? -pregunta la pequeña Matilda.
-Por supuesto, hija mía.
-Jaja -la tía Jeme hace una falsa pero agradable risa-, qué hijos tan agradables tienes, Joam (Joam es el nombre de mi padre).
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12 Almost Dead
Non-FictionEs la cena de una familia burguesa, y cada uno tiene una historia que contar para demostrar por qué esta familia está casi muerta y no es culpa suya.