Prisionero-[Springden/Goldentrap]

|| 9 || [+18] (nightbear)

 [1 mes despues]

un pequeño rubio se encontraba dormido en los brazos del mas alto mientras este acariciaba su vientre con cuidado, mirando el gran tamaño que este tenia. Una parte se sentia de lo peor, por haber obligado al rubio a quedarse con el y ademas dejarlo embarazado, pero otra parte en su interior estaba  complacido al tener al mas bajo a su lado.

mientras tanto en otra parte

-a-ah- jadeaba un rubio opaco sintiendo como el mayor movía sus dedos dentro de el. El menor le había pedido al mayor que lo hicieran, ya que quería saber como se sentía hacerlo.

El mayor trataba de lubricar todo lo posible al menor, ya que la diferencia de edad era muy notoria. Para los que no sabían, el rubio opaco tiene 17 y el azabache 29. Después de dejar la entrada del menor lubricada saco sus dedos, posicionándose  entre las piernas del menor, para luego entrar lentamente.

El mas bajo grito de dolor mientras unas cuantas lagrimas caían por sus ojos, el mayor trato de calmarlo besando sus mejillas y sus labios. Al entrar todo dentro, espero a que se acostumbrara. No pasaron mas de 6 minutos cuando el menor empezó a mover sus caderas, indicándole al mayor que podía seguir. Este tomo sus caderas y empezó a moverse lentamente dentro de el, para no lastimarlo. El menor se acostumbro rapidamente y empezo a soltar unos suaves gemidos y jadeos. El de mayor estatura noto esto y empezo a moverse de una manera mas rapida

-a-ah~! ni-night~!- gimio el rubio opaco. El mayor se sonrojo y comenzo a moverse mas fuerte, lo ultimo de auto-control que tenia lo perdio hace rato.

El azabache comenzo a dejar marcas por el cuerpo del menor, quien solo gemia y jadeaba ante las embestidas rapidas y fuertes del mayor.

Pasaron los minutos y el mayor se corrio dentro del menor, haciendo que este tambien se corriera y manchara sus abdomanes.

Ambos estaban con la respiración agitada. El azabache se acosto al lado del menor, abrazandolo mientras, se cubría a el y al menor con la sabana. Ambos se miraron a los ojos, susurraron un "te amo" y se quedaron dormidos