Los 10 mandamientos de un uke

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Salta a los brazos de tu Seme y cuélgate de su cuello cada vez que tengas la oportunidad, porque puede que no haya una próxima 

En la guarida de los akatsuki, un pelirrojo iba llegando de una ardua misión, abrió la puerta de su cuarto despreocupadamente.

-Danna, hun!- un grito inundo la habitación, el pelirrojo se giro ligeramente con el seño fruncido- ha llegado Danna, hun!

Inmediatamente el pelirrojo soltó un pequeño quejido ante el peso que hubo en su cuello, un hiperactivo rubio se colgaba sobre el.

- Apártate, mocoso- gruño el pelirrojo luchando contra el agarre del rubio.

-no!, sasori no danna, lo he extrañado, hun- grito emocionado el rubio mientras el pelirrojo logro desatar el agarre del rubio y lo empujo hasta la salida de su habitación, mientras dialogaba el rubio.

-largo de aquí, mocoso- declaro el pelirrojo cerrando la puerta en la nariz del rubio