"DOS MUNDOS"

Todo comienza una mañana de verano, la persiana subida, los rayos del sol entrando a la habitación... cuando de repente, Leyle, una chica de 14 años, se despierta de un susto, estaba sudando y con las sabanas en los pies. Mientras su madre la llamaba a gritos desde la cocina para que fuera a desayunar, Leyle se vestía tranquilamente y sin preocupaciones, total, era verano.

Desayunando unas tostadas y unas cuantas galletas con leche, Leyle estaba callada y pensando en sus cosas, una de ellas era que podía haber soñado para darse tal susto. Recordando, se le vino a la mente una idea de que había soñado. Ella recordaba un señor malvado y frío pero no tenía mucha idea del sueño.

Después de llenarse de galletas y magdalenas, Leyle se fué a la habitación a estudiar las 3 asignaturas que le habían quedado para septiembre, no era una buena estudiante, cerró la puerta con llave porque no le gusta mucho que le interrumpan mientras memoriza algo importante. Al terminar de estudiar, Leyle ya cansada, se fué al sofá. Mientras que veía su serie favorita "Los naufragos", no paraba de pensar en lo del sueño, era algo que tendría que saber tarde o temprano.

Eran las 2 y media cuando su madre la llama a gritos:

-"¡Leyle, la comida está en la mesa!".-le dijo la madre enfadada por repetirle lo mismo cincuenta veces.

Leyle: -"Mamá ya voy..."

-"Esa frase ya me la has repetido unas cuantas veces.".-repitió la madre con gran enfado y gritos.

Ya sentados en la mesa, los padres comienzan una conversación de política y noticias sobre ello, Leyle callada, ya que no le importa la política, no paraba de pensar sobre el tema. Al fin, Leyle vuelve a recordar algo muy importante, que ella era la protagonista de toda la historia.

Ya llegados al postre, Leyle recordó todo el sueño, o por lo menos, una gran idea. Era un Reino, ella era la protagonista y había un malvado que solo quería reinar en aquel mundo.

Enseguida llegaron las 6 en punto, la hora en la que Leyle había quedado con sus amigas: Sheila y Samanta. Ella eran sus mejores amigas, ya que se conocían desde que eran muy pequeñas, incluso, ya tienen una frase "Desde la cuna hasta las canas", que significaba que siempre iban a estar juntas. Salieron a la plaza de la ciudad, donde se reunían todos los chicos y el novio de Sheila. 

Ya eran las 9 menos cuarto cuando Sheila les pregunta:

-"Oye chicas, el otro día soñe una cosa en la que aparecíais vosotras".-dijo Sheila muy segura.

-"Pues yo tambien soñe una cosa extraña en la que había un chico muy guapo".-respondio Samanta.

-"Llamarme rara, pero a mí todo lo que me estáis contando me suena de algo, yo creo que es algo tambien relacionado con lo que soñe yo, algo relacionado con un malvado y un Reino".-dijo Leyle.

-"Ya que lo dices me suena algo".-respondió Sheila.

Sonó la alarma del móvil de Leyle, eso significaba que ya debía irse para casa, se despidieron y partieron cada una para su casa. Al llegar a su casa contenta por haber hechado una buena tarde con amigas, Leyle subió a la habitación corriendo y sin decir un "Hola". Quedaron en conectarse al ordenador por chat para hablar, no podían estar sin hablar unas con otras. Volvieron a sacar el tema de esa tarde:

Samanta: -"Oye chicas, no he parado de pensar en lo del sueño y he llegado a la conclusión de que puede ser que hayamos soñado lo mismo".

-"Anda, anda, anda no digas tonterías, eso es imposible".-respondió Leyle y al rato Sheila lo mismo.

-"¡Que si chicas!, he buscado en internet y hay varios casos de personas que han estado en el mismo sueño".

-"Eso solo son casualidades".- añadió Sheila