Verano, dulce verano (parte 2)

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Sara (6 de julio)

Esta chica es extraña, se preocupa por mí y me cae bien.

-¿Quien es ese?

Un chico moreno, con los ojos más azules y claros que había visto en mi vida, de piel clara se estaba bañando en la piscina con unos niños más pequeños pasándose un balón.

-Es Dilan Mckley. ¡Vamos a saludarlo!

Nunca, nunca, nunca volveré a saludar a alguien en compañía de Marta:

-Hey Dylan, ¿que tal?

-Bien Marta, ¿Quien es tu amiga?

Dios, de cerca es aún más guapo.

-Soy Sara - Dije trabándome un poco.

-Hola Sara, soy Dylan. Marta, ¿os apetece meteros?

-Si, claro.

Cuando entramos en la piscina o mejor dicho Marta me tiro a la piscina y caí casi encima de Dylan que me tuvo que sujetar y me puse roja como un tomate, jugamos con los niños y Dylan a pasar el balón y cundo nos cansamos salimos a tomar un poco el sol.

-Oye Sara, acompáñame a los vestuarios

Marta me miraba de una forma extraña así que la lleve a parte y le pregunté:

-¿Que quieres?

-Espera a que lleguemos a los vestuarios.




...



-Vale ya estamos en los vestuarios, ¿que quieres?

-Te gusta Dylan

No me lo ha preguntado, lo ha afirmado.

-¡Que dices! ¡No!

Ne miraba de una forma muy extraña, como si supiera que la estaba mintiendo así que me rendí

-Vale, me gusta un poco, creo, no estoy segura.

-Sara, somos amigas, asi que te voy a ser sincera, no te conviene, es un mujeriego.

-Ya me lo parecía.

-Bueno..., te parece si hoy duermes en mi casa, seguro que tú madre acepta.

Menos mal, no ha seguido hablando de Dylan.

-Si, claro, ¿recogemos las cosas y vamos a mi casa a decírselo a mi madre?

-Vamos.

Ser perfecta es muy aburrido...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora