Una Hermione bien peinada, con un lindo mandil floreado, preparaba galletas, o bueno, lo intentaba, ya que el cocinero de la casa era Ron, y ella no era muy buena en esa área.
Rose estaba nerviosa. Estaba en las escaleras dando vueltas una y otra vez, pensando en lo que le diría a su madre. Por fin, se armó de valor y se dirigió a la cocina.
—¿Qué haces mamá?— le preguntó Rose con la garganta áspera a causa de los nervios.
—Galletas de regaliz, tu padre ha estado trabajando muy duro en la tienda con tu tío George, y quiero darle una a sorpresa— dijo la castaña, con una enorme sonrisa en el rostro.
—Odias cocinar— rió su hija.
—Si— respondió Hermione, metiendo las galletas en el horno. —Pero tu padre lo vale—. Sonrió.
Rose le devolvió la sonrisa,pero al recordar a lo que fue a con su madre, se borro la curva de su boca.
Hermione lo notó.
—Linda... ¿Algo te molesta?— preguntó.
—De hecho... Debo confesarte algo— Rose estaba cada vez más nerviosa.
—¿Si?— dijo Hermione mientras trataba que descubrir cómo usar el horno.
—Tengo... Un... Algo así como un... Un... Un... Un No-novio— le dijo mientras enmarañaba más su cabello pelirrojo con las manos.
Hermione sonrió, sin quitar la vista del horno. —¿Ah sí? ¿Y cómo se llama el afortunado?—.
—Pues tiene un nombre muy lindo— ella cada vez estaba más nerviosa.
—¿Daniel?— Hermione batallaba con el horno aún.
—No... Algo así como... Scor... pius... Scorpius Malfoy— por fin completó.
Hermione al escuchar el nombre, apretó a un botón, que hizo que el horno explotara.
—¡Mamá!— Rose gritó, y Hermione trataba de apagarlo con un trapo.
Su hermano Hugo, al escuchar el estruendo, bajo corriendo, y con varita en mano dijo:
—"Extinción"— y el fuego se apagó. Respiraron. —¿Qué está pasando?—.
—Tu hermana tiene novio— dijo, sin pensar, Hermione.
—¡¿Qué?!—. Dijo exaltado Hugo
—Si— dijo Rose, mirando a su mamá. —Scorpius Malfoy—.
Su hermano rió. —¿Un Malfoy? Ja, papá te matará, o mejor aún, lo matará a él—.
—Por eso no se debe de enterar hasta que se lo diga—. Una voz la interrumpió.
—¿No se debe enterar quien de qué?— Ronald Weasley, cargado de cajas, preguntó.
—Leslie... Una amiga, le haremos una fiesta sorpresa, y no se pude enterar—. Dijo la pelirroja nerviosa.
—Ah, genial, les traje regalos que les envía su tío George... Hugo...—.
Se acercó, le dio una caja y le susurró: —Pastillas vomitivas, no le digas a tu madre— le guiñó el ojo.
—¡Genial!— gritó Hugo y subió a su habitación.
—Rose, dulces de todos los sabores, sé que te encantan— le dijo, dándole una cajita colorida.
—Gracias papá— y lo abrazó.
—Y para mí hermosa esposa—. Ron sacó una caja. —Tartas de melaza hechas por Molly— se las dio. Hermione sonrió.
—Gracias cielo, te amo— lo tomó del mentón y lo besó.
—Puaj, váyanse a otra parte— un Hugo asqueado, hablaba desde las escaleras.
Hermione se sonrojó y Ron la tomó por la cintura.
—¿Tú no estabas en tu cuarto?—. Ron se rió, y después olió el aire. —¿Por qué huele a regaliz quemado?—.
•••
Astoria Malfoy leía un poco en la gigante biblioteca de los Malfoy. Mientras que su hijo, Scorpius, imitaba a su madre, solo que él no leía, pensaba en cómo decirle a su madre lo de Rose.
Lo contemplo unos minutos, y empezó una conversación:
—Madre— Astoria lo miró. —¿A los cuantos años... Tuviste novio, por primera vez?—.
Astoria sonrió, y cerró su libro.
—A los 15 años, cariño, ¿por qué?—.
—Es que... Quiero decirte algo—. Dijo Scorpius con la voz áspera.
—Dime— le dijo la rubia, con suavidad.
—Es que...— el pálido estaba helado de los nervios. —Yo... Yo tengo una... Una, tú sabes... Una novia—. Su voz era cada vez más baja y menos clara.
—¡¿Enserio?!— Astoria aplaudió emocionada. —Felicidades cielo, ¿y quién es?—.
Scorpius tragó saliva, y trató de decirlo.
—Rose Weasley— dijo lo más bajo que pudo.
—Scor, no te entendí nada, ¿quién?—.
El rubio suspiró profundamente y hablo fuerte y claro: —Rose Weasley—.
Astoria lo miró, se puso pálida.
—¿Weasley, eh?—. Scorpius asintió. —Me parece increíble, me da mucho gusto—.
—Queremos decirle al Sr. Weasley y a papá, pero... No sabemos cómo—. Le dijo él, agachando la cabeza.
—Mmm... ¿Por qué no invitas a su familia a cenar?—.
—¿A quién mami?— preguntó la pequeña Lyra Malfoy. Quien era menor que Scorpius por 10 años.
—A gente buena, linda— Dijo Astoria cargando a su hija.
—¿Qué? ¿Estás loca mamá? ¿Ronald Weasley y Draco Malfoy en una misma mesa sin matarse? No lo creo—.
—Primero, cuidado con tus palabras muchachito, y segunda, Hermione y yo no permitiremos que pasé nada... Pero primero tienes que habla con tu papá—. Astoria dijo con un tono autoritario.
—¡Moriré en el intento!— Scorpius dijo asustado.
—No lo harás—.
—¡Papá!— la pequeña Lyra salió corriendo a abrazar a Draco Malfoy.
—Ly, ¿Cómo estás?— la levantó en sus brazos.
—Mamá dijo que cenaremos con personas buenas— dijo la pequeña rubia mientras su hermano se atragantaba y su madre reía.
—¿Astoria?— miró a su esposa.
—Draco— respondió su mujer.
—Papá...— Scorpius tragó saliva. —Tenemos que hablar—.
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Cuando los Weasley se vuelven Malfoy...
FanfictionLa vida para el trío de oro se llega al momento más complicado... Lidiar con sus hijos adolescentes. Pero se vuelve aún más complicado para Ronald Weasley y Draco Malfoy quienes no se esperan que sus hijos, Scorpius Malfoy y Rose Weasley, se enamora...