𝕋𝕙𝕖 𝔹𝕒𝕕 𝔾𝕚𝕣𝕝.

3.

-Debería... ¿agradecerte?- Pregunta Alejandro una vez me volteo.

-No lo creo. Ahora, cuéntame, ¿Qué viste que te haya llamado la atención para estar en éste infierno?

-La verdad... Nada. Sólo que mis padres quieren que tenga una excelente educación para poder ser el gran empresario que ellos desean- En ese momento noto como su expresión cambia drásticamente, volviéndose ésta una gran cara de amargura.

-Ya veo...

-¿Y tú? ¿Qué te trajo hasta aquí?

-Básicamente... La muerte de mi madre. Luego de ello quedé a cargo del que se hace llamar mi padre, el cual desea acabe mis estudios de manera sobresaliente, para que pueda ser contratada de forma fácil en su empresa de mierda, y así, ser su asistente. Así que créeme, los dos estamos jodidos- Al instante, se oye que abren la puerta.

-Muy bien alumnos, todos a sus asientos- Dice el señor amargado cruzando la puerta.

Ésto irá para largo...

[...]

Las tres primeras horas transcurren rápido, dando paso al tan anhelado receso.

Se oye el timbre, y de nuevo, se ve a Saray encima del niño pijo. Noto que el último mencionado me tira una mirada de ayuda, a lo cuál respondo con una carcajada, y junto a Anna salgo del aula.

-Será idiota si cree que le salvaré de sus aprietos por ser el nuevo.

-Ya. Pero oye, ¿no crees que es mejor acercarnos a él como amigas, para llegar al cabo de utilizarlo?

-No lo sé... Tal vez...

Llegamos a los casilleros, guardamos todo, y damos rumbo a la cafetería.

Tomamos nuestra bandeja de desayuno, y nos dirigimos a nuestra mesa de siempre.

Apoyo mi bandeja al lado de la de Anna, y luego tomamos asiento.

-Creo que tendremos visita...- Dice Anna mientras toma su manzana. La miro.

-¿Por qué lo dic...- No logro terminar ya que veo al niño pijo dirigirse a paso rápido hacia nosotras.

-Ammm... ¿Podría sentarme con ustedes?- Pregunta.

Iba a responder un gran "No", pero luego recuerdo las palabras de Luisa al salir del aula...

"... ¿No crees que es mejor acercarnos a él como amigas, para llegar al cabo de utilizarlo?"

Rápidamente, cambio de decisión.

-Por supuesto, adelante.

-Gracias- se sienta frente a nosotras.

-Cuéntanos..- en ese instante, mi móvil suena. Al ver quién es, un feo escalofrío recorre mi espina dorsal.

-Hey, ¿qué pasa?- pregunta Anna.

-Nada. Ya vuelvo- me levanto rápidamente de la mesa y me dirijo a los pasillos.

-Papá... ¿qué pasa?- pregunto lo más calmada posible.

-Estoy fuera de tu escuela. Sal- cuelga y me dirijo a la entrada.

Al llegar veo a papá con varias maletas y un carro esperándole.

-¿Qué?... ¿Qué sucede?- Pregunto temiendo lo peor.

-Debo irme de viaje por 3 semanas.

Suelto un largo suspiro al ver que no me menciona con él, y pregunto.

-¿Con quien me quedaré?

-Ya tienes edad para estar sola. Te dejaré dinero en la tarjeta de crédito. Por favor, cuídate- Le miro sorprendida.

-¿Tú? ¿Preocupándote por mí? ¿Enserio?

-Soy tu padre, es lo más normal.

-No, no es normal. Me tratas como la mierda, te irás y dices que me cuide. ¿Y a tí qué bicho te picó?

-Hija...- Al instante le interrumpo.

-¡QUE NO ME LLAMES ASÍ!- Intento disipar las lágrimas de enojo que están a punto de salir -Tú no eres mi padre, tú sólo eres un maldito abusador. Vete a la mierda- Me doy la vuelta y me dirijo al baño.

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