Que linda que eras
así sin más
con tu sencillez y delicadeza.
Que suave era tu andar,
flotabas entre las piedras
y que linda era tu piel
rosada y fría.
Que frágil eras,
tus ojos hinchados
parecía que llorabas
lagrimas gigantes.
Que linda era tu soledad
aunque parecía que la sufrías.
Tranquila,
sin darte cuenta
te admiraba sin hablar.
Y te vi apurada,
una flor te iba a dar.
Me quedé viéndote
avergonzada,
te diste vuelta y sonreíste.
De repente
estabas tan tranquila que asustabas,
pero en eso quedó,
no te acercaste,
ni me hablaste
como hubiese querido.
Te fuiste.
Y así,
después de un día.
no te vi jamás.
ESTÁS LEYENDO
Tal vez Edén quería paz
Short StoryÉl era mi sonrisa. Él era mi suspiro. Él era pensativo, de esos chicos amables, rodeado de amigos, pero callado, poco sonriente. Él era el típico chico que no charla con muchos pero cuando lo hace es interesante. Él fue mis lágrimas.