Capítulo 3

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-yo - dijo Manuel -, conocí hace tiempo en barcelona a..... una hermosa y discreta joven, de la que con frecuencia os hablaba en mis cartas ,cure a su padre de una grave enfermedad velabamos  juntos al paciente ,nos veiamos todos los dias , y casi a todas horas ,y como aquella cura hizo ruido, me llamaron muchas familias ,me aseguraron un provenir brillante y me case hace 5 meses , pudieron considerarme hoy el mas venturoso de los mortales.

Asuntos de interés me han traído a Madrid, y a no ser por el gusto que tengo al verme entre vosotros, estaría desesperado por haber abandonado mi hogar en tan señalados dias.

-yo - continuo luis-, entre a sevilla se pasante en casa de un famoso abogado, padre de dos lindisimas jóvenes. Las veía constantemente, las hablaba en su morada, en el paseo, en el teatro, y no tarde en conocer que no era del todo indiferente a la mayor. Una feliz inspiración que tuve, hizo ganar un pleito que se creia perdido, y desde entonces me recomendó a varios de sus amigos, me asoció a sus negocios y llegué a obtener mucho dinero, y lo mejor, la mano de la niña. He venido a encargar joyas y galas para ella, pues deseo que no haya mujer que mas lujo lleve, como no la hay mas hermosa ni mad pura. Pense vivir desesperado en la corte lejos de ella, y asi hubiera sido si Manuel no me hubiese escrito que se venia ; y si no hubiera tenido la suerte de encontrarme también a ti, mi querido Alberto.

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