Despierta.

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Las copas de los altos arboles de Pino se balancean fuertemente anticipando una tormenta, mientras yo avanzo a través de la espesa maleza  la lluvia empieza a caer en mi rostro opacando mi visión y haciendo mas difícil entender en donde estoy, el sonido de los grillos a mis pies, el olor a madera y tierra mojada, escucho animales que se escurren detrás de los arbustos. Una bruma empieza a cubrir mis pies y el suelo del bosque empieza a temblar, miro a mi alrededor y alado de un tronco ahuecado veo un par de ojos amarillos, y después algo parecido a dientes aparecen casi imperceptiblemente en una sonrisa macabra que me hace temblar.Me doy vuelta y empiezo a correr presa del miedo, tropiezo con piedras y ramas que arañan mi cuerpo y rostro, la niebla se hace mas espesa y no alcanzo a ver nada mas allá de mi brazo, escucho pisadas detrás de mi , pero no doy vuelta, conforme me alejo de donde estaba, escucho una corriente, seguramente de algún río del sitio. Llego a un claro donde la niebla se dispersa y a unos metros en frente mio hay una luz, tengo que entrecerrar los ojos para darme cuenta que es una figura de una persona.Siento curiosidad de saber que es, una fuerte necesidad de tocarlo me invade y me acerco expectante con mi mano extendida, estoy alado del río y la luz esta del otro lado, no lo pienso dos veces y camino hacia el río caudaloso y turbio, el agua empieza a calmar mis pies fatigados y mi piel agradece el contacto frío, ya casi lo alcanzo.De repente siento que algo me succiona, y entonces soy tragada por un río oscuro y misterioso, cada vez mas profundo y profundo, hasta que no puedo ver nada, solo siento frío, oscuridad, asfixia.

Me despierto agitada, con la respiración entrecortada en busca de aire y con un ligero dolor en los oídos, sacudo la cabeza para despertarme.Cuando veo a mi alrededor las cortinas se mueven ligeramente, como si la ventada se hubiera cerrado de golpe.Un frío recorre mi cuerpo haciéndome estremecer.Pienso en salir de mi habitación pero no quiero preocupar a mi madre otra vez.Así entierro mis miedos e intento dormir de nuevo. Pero el sueño jamas se había sentido tan real, nunca los había recordado hasta ahora.El viento del bosque, las pisadas detrás de mi, el agua fría.Cierro los ojos con fuerza y me recuerdo."Es un sueño, solo es un sueño,nada es real".

La mañana siguiente es depresiva, las ramas del sauce que esta junto a mi ventana rasguñan el cristal con furia y lo hacen chirriar de una forma en la que me hace doler los dientes.Mientras me preparo para el trabajo, enciendo la radio y la pongo en el asiento del baño.Me lavo la cara y me resigno a arreglarme, dejo suelto mi larga cabellera negra y me pongo un poco de rímel en las pestañas.Pronostican tormenta eléctrica para esta tarde, así que tomo mis botas de agua y bajo las escaleras hacia la cocina.

-Lindo día para ir al trabajo, ¿no es así?- dice mama sentada desde el asiento de la sala con un periódico en sus manos y una taza de café recién servido en la mesita a su derecha.Niego con la cabeza mientras tomo mi bolso del perchero.Da un sorbo a su café y me dedica una mirada cariñosa.- ¿No vas a comer nada amor?

-No, voy a comer con Fred en la biblioteca, le hice un sandwich de pollo. Agito mi obra culinaria en el aire y pongo la cara de esto es rico mientras lo guardo en mi mochila.Empaco unas cuantas galletitas y me la pongo en la espalda.Mama me mira con tristeza.- ¿Que pasa?.Digo preocupada.

-Cora, Fred es el guardia de la biblioteca.Quisiera que pudieras hacer mas amigos para compartir tu desayuno.Por favor piensa bien la oferta que te hice, tal vez en mis clases de musica puedas conocer gente.Eres muy buena violinista, podrían aprender de ti.Baja el café y me mira expectante.No puedo negarle nada cuando me da su mirada de ternura.

-Bueno..., lo pensare.Murmuro entre dientes, mientras salgo por la puerta. - Adiós mama!, nos vemos para la cena. -ah!, Gracias Amor!, suerte!-. Grita mi mama desde el interior de la casa.

Camino hacia el trabajo, no tomo el autobús; detesto el autobús, la sola idea de estar incómodamente sentada alrededor de gente extraña  y los tubos donde tienes que sujetarte si no encuentras asiento,donde cientos de manos sudorosas que quien sabe donde habrán estado pasan diariamente.Buah.No, prefiero mi vehículo, económico y ecológico.Mis piernas son perfectamente capaces de llevarme a donde quiera.A ecepción que salga del país. Pero eso no va a pasar.No tengo a donde ir...aún.

En la biblioteca las cosas están tranquilas, mientras clasifico algunos libros, veo solo a un chico al fondo de la habitación en la zona Ficción, esta muy concentrado leyendo un libro de pasta negra. A muy pocos se les ocurriría visitar una biblioteca en una tormenta, una tarde de invierno y en vacaciones.No lo culpo, la satisfacción de leer un buen libro en un lugar tan silencioso como lo esta aquí y con la lluvia haciendo la perfecta musica de fondo, crea totalmente una esfera fantasiosa completamente aparte del mundo exterior.Como no hay mucho que hacer, tomo un pequeño libro al azar y me siento en la silla de mi jefa mientras ella va a almorzar.

La historia trata de una chica llamada Raquel proveniente de una granja que tomo la identidad de una supermodelo por error y paso una serie de acontecimientos donde tubo que fingir ser ella para que no la descubrieran, termino robándose la fortuna de la modelo y a su novio futbolista.-Pero que?, digo mas alto de lo que planeaba cuando descubro el desenlace.Escucho unos pasos acercándose  y salgo disparada de la silla reclinable y me apresuro a mi puesto de trabajo.

El chico que antes estaba sentado en la esquina de la biblioteca esta parado en el mostrador jugando repetidas veces con el pequeño timbre plateado del mesón.Busco a la encargada, pero parece que no regresa.Me muerdo el labio de nervios al darme cuenta que debo atenderlo.No se me da bien hablar con extraños.Tomo aire y me aclaro la garganta.

-Eh, hola, te puedo ayudar en algo?.Digo mientras me aproximo lentamente al mostrador intentando parecer profesional (aunque no creo que para cobrar tenga que tener un titulo).

-Hola, si quiero llevarme estos-dice alegremente y  deja caer un par de libros en el mostrador y me ofrece una pequeña sonrisa. Intento verlo en lo mas mínimo para no ponerme nerviosa, pero cuando tengo oportunidad lo analizo disimuladamente.Es un chico de unos 18 años, (cosa que confirmo cuando pido su carnet para escribir su código), tiene grandes ojos grises que se esconden detrás de unos anteojos gruesos negros y su cabello es de un color cobrizo, sus rizos caen en ondas al rededor de sus ojos, empiezo a bajar para ver sus labios, pero el sonido de la caja me despierta.Creo que el nota mi atontamiento e intenta distraerme.-Perfecto día para leer un poco verdad?-dice casualmente; empiezo a empacar sus libros en una bolsa.Pienso en citar una linea atrevida de la historia que había leído hace un rato.Pienso en decir "No es lo único perfecto por aquí", pero en cambio las palabras se atropellan al salir .-Si, muy lindo-. Intento ocultar mis nervios con una sonrisa torcida y temblorosa. -Son $12,75.-Mientras busca su dinero me doy cuenta de una extraña marca en su cuello, el me sorprende mirándola y aparto la mirada rápidamente.El me da el dinero y le doy su cambio.Me dedica una ultima mirada,sus ojos tan profundamente grises me hacen sentir que esta hurgando en mi alma  y yo no se como responder a eso.Bajo la mirada, un poco asustada de esa sensación intimidante.El se estremece un poco y toma su bolsa.

-Gracias por los libros, espero volver a verte por aquí-.me sonríe dulcemente y sale por la puerta de entrada.Lo miro alejarse por la acera y correr hacia el otro lado tapándose de la lluvia dejándome intrigada por su actitud tan contrariada, agradable y simpático por un lado pero un poco extraño; y esos grandes ojos, esos ojos con los que cualquiera se perdería, solo me ponían en alguna clase de trance.

Escucho la campana de la puerta de entrada.Mi Jefa entra por la puerta despertándome de mi ensoñamiento.-Hola Cora, algo que reportar?, dice alegremente. - No, nada Señora Thomas, seguiré organizando las repisas. Tomo mi carrito de libros y conduzco a través de la biblioteca aún pensando en el chico que acababa de conocer y en que nunca se me ocurrió ver su nombre en el carnet.Sintiéndome tonta otra vez, y envidiando la confianza que tenia Raquel en su alocada y arriesgada vida.

Crazy MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora