The Talk After Party

31.6K 2.1K 386
                                    

Es un fic breve solo por el cumpleaños de Cap, como es mi costumbre. Aunque este tiene dedicatoria especial.
¡Feliz Cumpleaños, Capitán!

* * *

— ¡Quita tus manos del chico, de una maldita vez!

Wade levantó los brazos como si Tony le apuntará con un arma por el tiempo en que le prestase atención.
Durante toda la cena, mientras el hombre de hierro miraba hacia otro lado (ya fuere para conversar con Steve o saludar alguno de los vengadores que le requería) aprovechaba para colar sus manos bajo la mesa haciéndole saber a Peter que aún había formas innovadoras para el tacto indiscreto.
El chico daba pequeños respingos según los avances del mercenario y agradecía no llevar puesto el ajustado traje que por algún motivo desconocido potenciaba su sensibilidad.
De hecho, nadie en la fiesta llevaba su uniforme, nadie excepto Wade.
Peter trató de disuadirlo, pero él estaba muy orgulloso del moño que se colocó en el cuello y un sombrerito de copa desproporcionadamente más pequeño que su cabeza. Era su "Traje de gala" según sus palabras, pero el sexto sentido de Peter (y no precisamente el arácnido) le decía que la razón para negarse distaba mucho de ser graciosa. A decir verdad, tenía esta fuerte intuición de que Wade se acomplejaba por los efectos en su piel... Tenía tanto que decir acerca del tema, pero no era lugar, ni momento para hacerlo. Estaban en la fiesta de su padre, la primera fiesta de cumpleaños en su honor después de la reconciliación y aunque Pop Tony no lo dijera en voz alta, era todo un evento porque incluso había invitado a Wade, a quien no soportaba.
Los observó desde el otro lado de la mesa mientras Wade intentaba trasladar su mano de la espalda baja hacia donde perdía el nombre y por dentro del pantalón, pero no pudo concentrarse. Esos dedos envueltos en cuero rojo estaban ya muy cerca de entrar en su cuerpo.
— ¡Wade! — espetó en un susurro ahogado tanto por la excitación que comenzaba a subir, como su voluntad para sonar firme.
— Dijiste que te comportarías. Si Pop nos atrapa, jamás volverá a...
— Solo estoy buscando una moneda...— "Con la intención de no encontrarla" susurraban las voces en su cabeza. "Podríamos hacer su trasero nuestro monedero personal" — Oye esa es una buena idea...
— Wade, concéntrate. Esto es importante para mí. — echó un vistazo a sus padres.
Steve mantenía un codo en la mesa recargando la mejilla en la mano con una mirada soñadora, brillante y embelesada sobre Tony, quién se volvió sobre el respaldo de la silla para levantar su copa al grupo de vengadores en el sofá. Clint levantó su botella y al gesto se sumaron Bruce, Natasha y Sam.
En la mesa de centro había una pequeña aceituna avanzando hacia un platillo, ese debía ser Scott... Bueno, Wade no era el único usando el traje al parecer.
Todos reían poco después de alguna broma hecha por Clint. Cuando Tony regresó a su posición, cada quien retomó la conversación por grupos.
Steve despertó inmediatamente para que su hombre de hierro no lo atrapase infraganti.
— Eres una reliquia americana, Steve. — comentó bajando su copa a la mesa.
— No estoy seguro si debo sentirme halagado...
— Creo que deberías sentirte excitado.
— ¡Tony! — las mejillas del capitán, encendidas en un rojo brillante, provocaron una amplia sonrisa en él.
— ¿Que? Solo mírate; tienes a un bronceado, apuesto y sensual multimillonario al menos cincuenta años menor que tú... El sueño de todo ser humano. Prácticamente soy un adolescente para ti.
— Eso no tiene sentido. Creo que exageras un poco.
— No, para nada. — se reclinó hacia el frente y Steve hizo otro tanto.— Desde que volviste no hemos concretado nuestra reconciliación.
— Tony, creí que ya había quedado claro, que habíamos hecho las pases y...— por segunda ocasión, el rostro del capitán cobró vida en rojo y rosa que se extendió hasta las orejas cuando comprendió la expresión en su rostro.
— Tu sabes a que me refiero...— el capitán se aclaró la garganta para evitar que Tony continuase pero fue inútil.—... un poco de acción, algo de...
— No, Tony. No lo digas...
—... Diálogo, atar cabos sueltos....
— No te atrevas a decirlo...
— Creo que no me estoy explicando. Podría decirlo en tu idioma...
— Te lo advierto...
— ... Así me comprenderías.
— Tony, no...
— Hablo de Fondue.
— ¡Tony! — el capitán se cubrió​ la cara con una de sus enormes manos y negó incorporándose en su silla.
El hombre de hierro gozó con ese momento y en especial, con esa reacción porque era como si nada hubiera ocurrido, como si la pesadilla entre los dos se disolviera y formara parte de un universo alterno. Eran felices, una familia, como debía ser.
— Entonces ¿Qué dices, guapo? ¿Estás dispuesto a un diálogo en nuestra alcoba?
— Estoy dispuesto a darte tu merecido.— respondió bajando la mano con una larga sonrisa en los labios. El rubor aún le cubría las mejillas cuando se levantó para tomarlo en brazos y echarselo al hombro.
Al darse cuenta de ello, los presentes, incluyendo a Wade, levantaron sus copas en señal de triunfo por la pareja.

Tenemos Que HablarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora