Geraldine; Blackbear

Uno.

Matt.
Veía a Geraldine como reía y les juro que cada vez que lo hacía me enamoraba más de ella. Me quede observándola por unos minutos y después deposite un beso en su cien mientras seguía platicando con una de sus amigas y decidí ir por algo de tomar.

Me levante del sofá donde nos encontrábamos sentados en el club y camine a la barra a pedirle algo al bartende, llegue y me senté en una de las sillas altas de la barra le pedí un trago al chico y me giré en la silla para observar a mi chica, Dios mío, soy el hombre más afortunado por tenerla. El chico de la barra llegó con mi trago y le di un sorbo.

–Bear—hablaron a un lado de mi. Voltee a ver quién era y se trataba de Mike, lo salude con una sonrisa y este me devolví el gesto.

–Bro, no pensé encontrate aquí—hable prestándole atención ahora a mi mejor amigo.

Mike se sentó en una de las sillas que se encontraba junto de mí y respondió.

–Yo tampoco pensé encontrarte aquí, desde que andas con esa chica ya no tenemos mucho contacto.

Cuando dijo eso debo admitir que me sentí un poco mal, realmente me había alejado de él eh incluso de los demás.

–Lo sé Mike y me siento mal por eso—confesé mirando a mi amigo—que te parece que salgamos mañana junto con los chicos, sin Geraldine.

Cuando me confesaron que mi chica no les agradaba tuve que aceptarlo por qué la verdad me agradaba que fueran sinceros pero para ser honesto los odie un poco.

[...]

–Mañana saldré con los chicos amor—hable mientras conducía al que era nuestro hogar.

–Me parece buena idea Matt, hace tiempo que no veo que te diviertas con tus amigos—sonrio tomando mi mano.

Ven porque la amo.

Lleguemos a casa, estacione el auto y nos bajamos. Ella camino delante de mí y por instinto fije mi mirada en su trasero, diablos tenía ganas de hacerla mía.

La alcance, la jale de la cintura y la pegue a mi cuerpo aspire el aroma de su cabello y deposite un beso en su cuello y ella jadeo.

–Se que tiene las mismas ganas que yo—susurre en eso oído mientras acariciaba su cintura.

Apreté su trasero con ambas manos y ella gimió. Entramos a la casa y ella volteo a verme, la bese y ella correspondió al beso.

Es la chica que siempre busque.

La cargue y ella enrollo sus piernas en mi cadera, subimos al cuarto.

Entramos y la apoye en la mesita de noche, alce su vestido y y acaricie sus piernas. Baje sus bragas e introduje un dedo en su feminidad y ella gimió, decidí introducir tres y esta vez ella se arqueo.

Me encantaba verla en plenitud.

[...]

Me desperté y observe a Geraldine completamente desnuda acostaba boca abajo, acaricie su espalda y disfrutaba al hacerlo, su piel estaba muy suave y me encantaba como se erizaba ante mi tacto.

–Te amo tanto Geraldine—deposite un beso en su nuca y me levante.

Me coloqué mi bóxer y camine hacia el baño, entre y me mire al espejo.

¿Cómo era posible que Gerladine se fijara en alguien como yo? Eso para mí era algo imposible.

Sentí como llegaba y enrollaba sus brazos en mi abdomen recargo su cabeza en mi espalda y hablo.

–Buenos días amor—hablo depositando un beso en mi espalda.

–¿Estás desnuda?—pregunte sonriendo.

–No, tengo puesta tu joddie—respondió, yo bufé. Honestamente quería que estuviera desnuda para volver a follarla como anoche.

–Vamos a desayunar princesa, tengo hambre—me giré y bese su frente.

–¿Qué vamos a desayunar?—pregunto caminado de regreso a la cama.

–Yo pensaba desayunar ese lindo coño que tienes.

Ella sonrió y se recostó en la cama abrió sus piernas dejando me ver coño y hablo.

–Pues es todo tuyo Matt—sonrio.

Mordí mi labio, amo demasiado a esta chica.