P A R T E 1.

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Para Chanyeol era preocupante tener un amigo así.

Recuerda que, cuando le conoció, ni en lo más recóndito de su cabeza llegó a pensar que ese niño friki, amante de los animes iba a llegar a gustarle tanto.

En serio que no encajaba en el lugar donde estos son mis gustos y punto, nada más que discutir. Cosa que le recalcaba a su mejor amigo, Jooheon a cada instante.

Y es que tampoco el robusto pero hermoso chico imaginaba que su poste amigo llegara a enamorarse al grado de tomarle a escondidas unas cuántas fotos al muchacho cuando le vio trepar por un árbol. ¡Chanyeol estaba fuera de lugar! Y eso fue porque, el muy idiota había llegado demasiado emocionado a contarle su gran travesura, parecía un niño de cinco años.

Chanyeol, un joven alto y apuesto, con su metro ochenta y cinco tenía muchas chicas regando baba por él. Sin embargo, él no tenía ojos para nadie más que su mayor, su Baekhyun.

Ahhh.

Es que si se pone a contar cada pequeña cosa que le gusta de su muñequito no terminaría. Y sí, Chanyeol consideraba a Baekhyun como algo tan delicado como una rosa, creía que con que le miraran mucho se lo iban a gastar, y ¡diablos! no debería ser así, porque el bajito era completamente suyo y de nadie más.

Si era sincero, Baekhyun en un inicio le dio mucho temor, y fue así porque él era un jodido miedoso, muchos lo veían como un macho de pecho peludo pero no era más que un simple lloricas. No obstante, tuvo que reprimir su lado maricón cuando luego de una de sus tantas conversaciones por chat terminó siendo sobre creepypastas. Fue tanto su temor esa noche que no pudo conciliar bien el sueño y lo peor de todo es que al día siguiente debía ir a sus clases, casi que lloraba al ver pasar las horas y que pronto amanecería, y él no había pegado ojo hasta que dieron las cuatro con treinta, tuvo que aguantar sus ganas de tirar su celular cuándo la alarma sonó una hora y media después, eso le pasaba por ser tan cobarde.

Pero a él ya no le importaban esas cosillas, pronto se había acostumbrado a como era Baekhyun. Nunca había conocido a alguien con el que pudiese hablar de cualquier cosa y no cansarse en la siguiente media hora, porque, hasta sus amigos más íntimos estaban sorprendidos de eso. Ellos que habían estado al lado de Chanyeol desde pañales, jamás en sus cortas vidas le vieron actuar tan enamorado como lo estaba de Baekhyun y a eso sumándole que lo conoció en pocos meses, y ahí estaba el muy imbécil siguiéndole como perrito faldero.

El único problema que existía era que, Baekhyun no sabía de los sentimientos del más alto y eso era algo que desanimaba a Chanyeol.

—Así que, ¿no piensas decirle?

Había preguntado Jooheon cuando había llegado el medio tiempo del partido. Ambos estaban muy acalorados luego de estar gritando y maldiciendo al árbitro tan comprado que al momento en que Chanyeol escuchó la pregunta casi se atraganta con una de las papitas fritas que se hallaban en la mesa.

—¿De qué hablas?

—¿Es en serio?

—Yo.. la verdad no lo sé. Me da mucho miedo.

—El que no arriesga no gana.

El más joven lo había dicho de una forma tan dramática, según él estaba reflejando mucha sabiduría. El alto solo atinó a reír y tirarle una papita en su extraña mueca.

—No me vengas con eso. Es como que yo te diga que le digas a Minhyuk que tienes sueños mojados con él.

—¿Por qué siempre tienes que ser tan específico cuando das un ejemplo?

Silly Love. [ChanBaek|BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora