P A R T E 3.

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Pero que mentira se había inventado.

Baekhyun no tenía ninguna cena con sus amigos, quería estar solo, únicamente acompañado de sus pensamientos.

Le dolía tanto que Chanyeol tuviese a alguien más, pero claro, él tenía la culpa por ser tan miedoso. No costaba nada acercarse al gigante y decirle un me gustas. Tenía tanto pánico, no quería ser el único que sintiera, el único que amaba.

Enamorarse del poste con patas nunca estuvo en sus planes.

Recordaba que, en un inicio pensó que él iba a rechazarle por ser un niño tan friki, tan obsesionado con los animes y esas cosas japonesas pero no, no sucedió así. Chanyeol se había tomado el tiempo de entrar, de querer conocer su mundo, y le conmovió tanto, nadie nunca se había dado el trabajo de hacerlo. Claro que tenía sus amigos, pero ellos le restaban importancia a sus intereses, solo hablaban de aquellas cosas que tenían en común porque cada que él mencionaba algo referente a sus gustos decían no empieces, Baek y bastaba solo eso para que cerrara su boca en cada reunión que hacían.

Amaba que Chanyeol fuese tan asustadizo y que tratara de ocultarlo con un hyung, por supuesto que no tengo miedo, pff, quién dice pero sus bonitas orejas le delataban cada que mentía, se ponían tan rojas como tomates. Adoraba esos hoyuelos que se formaban en sus mejillas cada que sonreía tan estúpidamente, su corazón se acelera cada que piensa en ello. Ni hablar de sus grandes y bonitos ojos, a Baekhyun le encantan, le encanta ese brillo que está presente cada que se despiden, él piensa que son como un par de estrellas, tan resplandecientes, tan puros, tan bellos.

Gimoteó cuando se dió cuenta que comenzó a pensar nuevamente en Chanyeol, quería sacarlo de su cabeza al menos una noche, pero iba a ser tan difícil puesto qué, no tolera el alcohol y obviamente un jugo de mora no iba a hacer que se fuese de culo cuando intentara ponerse de pie.

—¡No me caes bien, Park!

Gritó bajo en su puesto, felicitándose mentalmente después al recordar que estaba en la zona más apartada en el restaurante, los únicos que se encontraban a su lado era una pareja de ancianos pero sabía bien que no le iban a escuchar puesto que estos habían pasado toda su velada hablándose en voz alta tipo ¿Qué dices, Myeon? y el otro era ¿Qué el mesero la tiene grande? y quizás en otra circunstancia se hubiese carcajeado pero estaba tan triste que ni para eso servía.

—Baek.

Derramó lo que quedaba de jugo en la mesa cuando escuchó aquella voz tan grave y que tanto le gustaba.

—¿Yeol? ¿Qué haces aquí?

Sintió como sus mejillas se calentaron cuando el más alto se fijo a su alrededor y no había nadie a su lado.

—¿Y tus amigos?

—¡Nadie ha estado con él desde hace dos horas, muchacho!

Respondió uno de los señores, el que tenía sus ojos medio adormilados, como si le hubiesen preguntado.

Ah, eso si lo escuchas se dijo para sí mismo, entrecerrando los ojos y haciéndole un gesto al señor como de te veo en la salida, anciano.

Baekhyun.

—Oh, ¿s-si, Channie?

—¿Por qué estás aquí solo?

Silly Love. [ChanBaek|BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora