Roto

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Dude si ir a verlo o no, pero lo más probable es que no me dejarán entrar y mamá se preocuparía demasiado, así que, con mucho dolor, regrese a casa con mi bicicleta y mi cuerpo mojado, camine el pequeño trayecto y apoye mi bici junto a él árbol para subir por este, cuando intente hacerlo mi cuerpo cayó al instante, tal vez era por el agua que caía casi en baldes desde el cielo.
Lo intenté una segunda vez y logre pasar el ventanal, mojando aún más el suelo, podía escuchar aún a mi madre hablar abajo, pero no me importaba lo que dijeran, no creo que ninguna de las dos sepa nada. Después de limpiar mi cuarto y tomar un baño, me puse el pijama, el cielo de fuera ya estaba oscureciendo y las primeras estrellas se posaban a reclamar su lugar,  mire por la ventana, y por alguna extraña razón, sentí que mis muñecas dolían mucho, mientras mi corazón latía de preocupación.
🌙
Mi cabeza se sentía como plomo, al igual que mis ojos que aún no podía abrir, la luz me cegaba aún a través de los párpados, cada cierto tiempo alguien venía y me colocaba en la boca algo de agua. Nunca se me había pasado por la cabeza que él podría hacerme eso, sabía que era violento, pero no conocía esa parte de él. Me preocupaba una demanda o algo peor, pero supongo que ellos encontrarían una solución. Dormitaba un poco más, ahora podía escuchar con claridad, pero no había mucho que escuchar, solo el ruido apagado de los motores o la luz que se apagaba y encendía, o las conversaciones a lo lejos. Cuando por fin logre abrir los ojos me encontré con un techo blanco, mamá no estaba, empecé a respirar con dificultad, intentando aferrarme a algo. Me incorporé pero todo dolía, como si estuviera hecho de vidrio, logre reconocer a Nick en el marco de la puerta.
—Disculpe—dije con voz baja intentando llamar su atención—podría mover su trasero y ver a su hermano.
Nick se volteó sonriendo, pero más allá podía ver la preocupación en todo, la forma en que caminaba y su rostro ligeramente triste.
—¿Qué pasa, amigo?—dijo mientras se sentaba en el borde de la cama, ahí comprendí que algo iba mal, él nunca me llamaba amigo, en realidad nuestra relación se limitaba a llamarnos para cenar.
Intentó sonreír pero terminó mostrándome una mueca.
—¿Dónde está mamá?
Por un leve momento, mientras luchaba por abrir los ojos, había temido que algo le hubiera pasado a ella o a Nick, ahora entendía que esas "lecciones" que tanto le propinaba papá no eran inofensivas. De forma brusca logre entender que, cuando ella era maltratada, las grietas del vidrio que conformaban su relación se iban ensanchando y algún día se terminarían rompiendo.
—Esta haciendo unas cosas abajo— dijo por último.
Asentí levemente, recordé aquella visión de Claire y de cómo todo se iba conectando poco a poco, si no la hubiera ido a ver nunca hubiera estado aquí, papá nunca me habría golpeado. Pero sabía, muy dentro de mi, que si no la veía todo se volvería un desastre.
Mucho más del que ya era.
...
Solo dormí poco, deseaba ver a mamá, quería asegurarme que estuviera bien. En un momento indefinido, mientras viajaba en la senda del recuerdo, Nick salió por algo de comer, aunque solo logre tomar un poco de jugo y probar el puré. Al cabo de un rato mamá había llegado, entro con sigilo a la habitación y con el semblante preocupado, sonreía pero no parecía feliz, me dolía verla de esa manera, aparte la mirada mientras ella se sentaba en la orilla de la cama.
—Hola cariño—dijo con una voz quebrada.
Intente sonreírle pero no pude evitar que unas pequeñas lágrimas bajaran por mis mejillas. Ella las seco con cuidado de no lastimar más de lo que ya estaba.
—¿Dónde está él?—le pregunte mirándola directamente a los ojos, esperando que me dijera que se había ido, que no nos atormentaría nunca más, pero ella dijo:
—Viene en un segundo.
Hablamos un rato más hasta que él llegó, se veía cansado, cuando mamá lo vio directamente salió por la puerta dejándonos a ambos solos, me daba cierto miedo mirarlo. Me preguntaba qué mentira habría dicho para no recibir una demanda, también me preguntaba porque mamá no lo había hecho hace tiempo.
Se sentó en la orilla de la cama mirándome fijamente, aparte la mirada mientras jugueteaba con la sabana.
—Lo siento, Finn—empezó diciendo, pero su voz hablaba exactamente igual que cuando lo había hecho—sé que te lastime y de verdad lo siento.
Eso fue todo, no hubo una pizca de perdón, solo palabras vacías, salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí. No me eche a llorar, tal vez es lo que él quiere, que aprenda, así como esa chica ha aprendido. Él me había hecho mucho daño, y no sólo a mí, desde ese día algo en mí se quebró.
🌙
Me desperté al otro día, con algo de frío, y miedo. Miedo por él.
No hice mucho, solo comí un poco, rondaba por ahí en la bicicleta, quería verlo. Más que nada quería ver su sonrisa, haciéndome saber que está bien.
También pasaba por su calle, en su casa se escuchaban ruidos apagados, conversaciones, pero no quería entrar a hurtadillas. En una de las muchas vueltas que di por ahí, logre verlo estaba en su cuarto, recostado, su cara estaba morada, mi respiración se agitó al verlo así, no parecía él. Lucía como... como un chico roto.

Clay ~Finn Wolfhard~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora