Enfrente de mi casa siempre hay un indigente. Un día se me acercó y me pidió dinero para comprar un boleto de lotería. No le creí pero sí le di dinero. Ayer se me acercó y me devolvió lo que le había prestado diciendo: "¡Estoy en deuda contigo! ¡Ayer me compré un boleto de lotería y me gané 250 mil! ¡Gracias!". Para ser sincero, casi me echo a llorar de emoción. Me sentí increíble sabiendo que con una cantidad tan pequeña logré ayudarle a una persona a cambiar su vida.
ESTÁS LEYENDO
HISTORIAS...
Short Storyhola...esto en si no son historias mias, son sacadas de INTERNET y algunas de mis libros que me gustan y las escribo acá ;...espero que les guste