Historia 14

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Enfrente de mi casa siempre hay un indigente. Un día se me acercó y me pidió dinero para comprar un boleto de lotería. No le creí pero sí le di dinero. Ayer se me acercó y me devolvió lo que le había prestado diciendo: "¡Estoy en deuda contigo! ¡Ayer me compré un boleto de lotería y me gané 250 mil! ¡Gracias!". Para ser sincero, casi me echo a llorar de emoción. Me sentí increíble sabiendo que con una cantidad tan pequeña logré ayudarle a una persona a cambiar su vida.

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