versos del corazón

#7

                                                                        Tu aroma, la suavidad de tus dedos, tu voz, tu rostro... Sin evitarlo sigo arrastrando el recuerdo que tengo de ti. No puedo dejar en el olvido la sensación que tus manos impregnaron en mi piel, me hace estremecer si quiera recordarlo. Creando una ilusión de que aún sigues aquí posando tu cabeza sobre mi hombro viendo el amanecer junto a mí a través de la ventana. Sin embargo, no escucho tu voz ahora y me hiere. Me duele saber que no podré verte nunca más. Mi pecho se agita con dolor, como si un huracán se alojara dentro de mí causándome aquella detestable sensación de consternación. Y lo odio. Odio no haber hecho nada por ti. Por nosotros...