Capítulo 6

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<En casa de Sia>

-Y bien con que querías que te ayudara?- dijo al parecer tratando de evadir lo otro.

-No No se que ponerme y quiero tu opinión, solo no te excedas-

-¡Hasta que por fin me le lo pides! ¡Nunca pensé que esto pasaría!- expresó David.

-Cálmate ni que fuera a los Grammys, es solo una cena con ese golfista! Como amigos- se defendió Sia.

Rápidamente se levanto del sillón, agarro a su amiga de la muñeca y subió las escaleras como si su vida dependiera de ello.

-Haber que tienes por aquí linda- dijo buscando entre su armario blanco.

-Es lo que pude encontrar-

-No hay por allí algo más sencillo? Sabes que mi cuerpo ya no es para vestidos-

-Exagerada. Sia Kate Isobelle Furler, no soy hetero pero cualquier hombre diría que eres perfecta- dijo mientras que Sia estaba acostada en la cama de su habitación.

No pudo evitar mirarse a sí misma.

-Por algo te quiero mejor amigo gay- dijo Sia parándose y depositando un beso en la cabeza de su amigo que tenía el vestido largo y negro en su mano derecha. Tuvo que pararse de puntillas para hacer esto ya que ella era lo que según denominaba como elfo.

-Además de mis consejos de moda?- preguntó el. Ella asintió como niña pequeña. Le dio otro beso corto en su mejilla, tomó la prenda que el hombre tenía y se dirigió al baño para cambiarse.

-Cuéntame más sobre el tal Erik que logró conquistarte amiguita- le gritó desde afuera del baño.

-Ya te dije que no te diré más, te conozco y harás una locura. Y no me conquistó!-exclamó mientras salía y posaba sus brazos a sus costados.

-Ahora sal de mi humilde choza que son 8:40 y vendrá pronto!-le recalcó guiándolo, más bien empujándolo a la fuerza afuera de la pieza y cerrando la puerta.

-Alguien está emocionadaaaaaa- David comenzó a bailar mientras que Sia salía de la pieza. Ya afuera dio una vuelta completa para enseñarle a su manager como le quedaba el vestido. El aplaudió y silbó.

-No es muy formal?- preguntó dudando de si misma. Sonrío y bajo la mirada.

-Sabrás si es formal cuando encuentres a ese golfista con shorts, camisa de playa, y un palo de golf. Si es así el no es el correcto cariño- le comunicó mientras escribía algo en su teléfono- Es Per-fec-to-

Ella entrecerró los ojos.

-Está bien...-
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<Adelaida, Australia>

*Llamada telefónica*

-Tienes el dinero?-
James pasó una mano por su cara y finalmente respondió. Su voz, reflejaba cansancio y dolor. Su ropa seguía siendo la misma desde que llegó a Australia.

-Yo...dame un día más  solo un maldito día más para conseguir lo que me falta- dijo a punto de romper en llanto. La frustración lo estaba comiendo vivo, quien sea que fuese, no podía hacer nada para evitar que se lleven a su hija. Tenía que hablar con Sia para que se fuesen del país lo más rápido posible.

-Así que no lo tiene? Señor Quatermine, le recuerdo que la vida de su hija está en peligro. No la volverá a ver- la voz era calmada y hasta se podría decir alegre.

-No saben dónde está-

-Oh sobre eso, ya la tenemos localizada. A ella y a su querida cuñada-

*Fin de la llamada*

James golpeó la mesa que estaba enfrente de él con su puño haciendo un gran estruendo. De allí, colgó azotando el dispositivo.

-¡Mierda!- hundió su cabeza entre sus manos y comenzó a llorar.

El sabía que no iba a poder conseguir todo ese dinero. Había mentido. No tenía nada que ofrecer a cambio y por eso su hija sufriría las consecuencias, es más tal vez Isobelle también.
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*En casa de Sia*

-David te puedo pedir un favor? Se que te encantará- Le dijo la rubia haciendo un puchero junto a el.

-Tengo el presentimiento de que no me va a gustar, pero adelante...-

-¿Podrías cuidar a Dina mientras voy a la cena-

-Cita- corrigió el interrumpiéndole y lo único que se ganó de Sia fue una mala mirada y de allí, un grito los exaltó.

-Tío Dav!- gritó Dina que venía bajando la amplías escaleras de madera con emotividad.

-¡Joder Dina cuantas veces te her dicho que no corras en la escaleras!- le regañó Sia.

-Muchas Sia pero que te puedo decir? Es inevitable- respondió Dina.

Sia se cruzó de brazos y el "tío" y la niña rieron. Esta abrazo rápidamente a David y el correspondió dulcemente.

-No le hagas caso a la vieja gruñona, se como un pájaro en libertad- dijo susurrando y de allí le guiñó.

Alguien tocó la puerta.

-Si y esta vieja gruñona se tiene que ir, bye- Se acercó a Dina la tomo por los hombros y le dio un beso en su cabello castaño- Adiós cariño, pórtate bien- la miró y sonrió mostrando sus dientes blancos.

-One moment! Me quedo con el tío Dav?- preguntó Dina.

La rubia teñida asintió.
Que le hace para que lo ame tanto? Pensó.

David cerró los ojos esperando el beso de Sia pero en cambio recibió una palmada en el hombro.

-Bye manager mío. No malcríes a mi sobrina-

-Estoy considerando eso...que te vaya bien en tu cita con ese golfista. Me lo presentas después?-

-No- sonrío- Hay galletas en la alacena, bye- Agarró su bolso y salió.

*Flashback*

Erik estaba ansioso por la cena con Sia. Anhelaba ver esos ojos azules grisáceos y esa risa contagiosa.

Salió de su casa y se subió a su auto. Ya en el prendió la radio y empezó a cambiar de estación mientras manejaba. [Muy mal Erik, muy mal]

Si bien recordaba, la casa de Sia no estaba tan lejos de la suya. Ya había ido a dejar a Dina un día que Sia no pudo presentarse a la clase. Ese día la rubia le abrió en pijama y Erik noto que no tenía sostén. Ese recuerdo vagaba por su mente estos días.

Maldita rubia sexy que me has hecho? Pensaba en el camino.



CONTINUARÁ
EN EL SIGUIENTE CAP ESTA LA ANHELADA CENA❤️

-An

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