Side to Side

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-Maldita sea... ¿¡Donde estará!?

Doflamingo seguía caminando en busca de su esclavo, Crocodile. Mientras avanzaba trataba firmemente de borrar aquellas escenas obscenas que protagonizaron Trafalgar Law y su hermano menor...
Los rostros, los movimientos bruscos y los impúdicos sonidos que habían hecho los tenía muy presentes.

-Maldito Rosinante-gruño el rubio cuyas manos estaban dentro de los bolsillos de su pantalón blanco-. Que fastidio...

Y de pronto sintió una presión en su cremallera. Estaba teniendo una ligera erección.

-No ahora, diablos...

Al dar unos pasos más se dio cuenta que había llegado frente a los baños públicos del cuartel. Aquel lugar era el "último nivel".
Este lugar era el destino de los prisioneros que trataban de escapar o se negaban a cumplir sus responsabilidades.
Los criminales eran castigados de manera en que eran esposados a los orinales, a los cubículos con retretes o a las regaderas individuales, y ahí tendrían que cumplir a la fuerza o resignarse a ser ejecutados.

Doflamingo miro con cierta urgencia morbosa la puerta de los baños. Se animó a entrar y al ingresar la escena de varios soldados fornicando con distintos prisioneros lleno el reflejo de sus gafas de cristal rojo.

-Capitán Doflamingo, ¿Qué hace aquí?-pregunto algo nervioso uno de los pocos marine que no estaba copulando y al parecer era el encargado de área.

-Solo quise venir a dar un vistazo... ¿Cómo les va aquí?

-Todo normal capitán. Oiga, escuche que le habían asignado su propio esclavo personal, debe ser genial.

-S-si... Bueno, si me lo permites, voy a echar un vistazo. ¿Hay tipos dentro de los cubículos no?

-Eh, sí, capitán... De hecho hay uno que llego hace un rato.

-¿Hace rato dices?

-Sí, está en la última regadera. Nadie lo ha probado aún... Aquí tiene la llave por si quiere desatarlo.

Y el rubio fue a revisar dicho lugar y, tal como lo había sospechado hace unos segundos, al abrir la puerta del cubículo se topó a Crocodile completamente desnudo recargado sobre la pared justo al lado de los pomos del agua. Sus manos estaban atadas por unas largas cadenas que salían de la pared.

-¡Crocodile! ¡¿Qué haces aquí!? ¿¡No deberías ser mi esclavo personal!?

-Después de aquella escena... No creo que importara mucho donde terminara-contesto el hombre de manera amarga-. Que sorpresa, ¿ahora me reclamas como tuyo?

Doflamingo observo molesto el cuerpo de Crocodile.
Miro con atención desde sus pies, fue subiendo lentamente para ver sus fuertes piernas, luego llego a la entrepierna y los genitales... Vio con grata sorpresa que el miembro de aquel hombre tenía buen tamaño y grosor. Después miro el bien formado abdomen, el fuerte y ancho pecho, sus fuertes brazos y grueso cuello. Al final lo miro directo a los ojos que solo parecían concebir una sola expresión: Hostilidad.
El rubio paso saliva y de nuevo sintió aquella presión en su cremallera; una erección luchaba por salir de sus pantalones.
Nunca había tenido sexo con alguien de esa talla, Crocodile poseía una virilidad extraordinaria...

-¿Vas a usarme ahora que estoy disponible para todo el resto de la basura marine en lugar de haberme usado antes?-inquirió el sujeto de la cicatriz en el rostro al notar que Doflamingo había acercado una mano a su cremallera.

-¿¡Por qué diablos usaría a un tipo con una actitud de mierda como tú!?-soltó Doflamingo a su vez con gesto fastidiado. El rubio apretaba su mandíbula con deje de frustración. Se iba a dar la media vuelta pero un soldado se encontraba a su espalda.

Drop Out: ♥Quiero ser tuyo♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora