Prólogo

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En una parte de México, alejado de su país, se encontraba el exitoso empresario y millonario Jeon Jungkook, su visita a esté país no era para nada placentera para él.

Puesto que la razón de su visita era para arreglar cabos con uno de sus empleados, Ed. Jungkook piensa que el tipo frente a el a estado robándole dinero, a él y a su familia.

Su padre lo había contratado hace ya unos años como peón, en uno de sus casinos, de México, pero aquel tipo fue ganando su confianza hasta que quedo al frente del casino, mientras el señor Jeon no se encontraba en el país.

Su vista era fría y calculadora frente a uno de sus empleados.

—Así que, te crees el jefe por aquí, ¿no es así? —Dijo Jungkook entrando al despacho de su padre, pero claramente quien se encontraba ahí dentro no era su padre ni mucho menos alguien conocido.

—¿Quién es usted? —Cuestionó él empleado con una mirada fría y sin sentimientos. —Joven, el casino esta abajo, este es mi despacho, ahora, largo! —Pronunció con la vista fija en unos papeles.

—Oh, pero parece que estoy en el sitio correcto... —Dijo inocente, esto le causaba tanta diversión sin razón alguna. —Creó que no nos han presentado, Soy Jeon Jungkook, el hijo del señor Jeon. —Pronunció con una sonrisa de autosuficiencia sentándose como si nada en la silla frente a Ed.

Él semblante del señor se había tensado con aquellas simples palabras. —Oh, joven Jungkook, no lo reconocí, a crecido mucho, ¿cómo esta el señor Jeon? —Dijo intentando no sonar nervioso.

—Murió... Digame,  ¿cómo están los negocios? —Pronunció como si nada. Podría aparentar que nada le importaba, pero muy
en el fondo, todo eso le estaba afectando y mucho.

—Oh, lo lamento, no lo sabia. —

—No lo lamente, son cosas que pasan. —Su vista quedo sobre
un sobre manila, se cuestiono mentalmente si tomarlo o no. Pero decidió darle preferencia al asunto pendiente por el que viajo hasta aquí. —Me preguntaba, ¿cómo es que de un dia para otro, una persona puede volverse millonaria?

Ed se tenso al escuchar la pregunta de Jungkook, obviamente ya sabia lo que venía.

—Responda la pregunta Walter —Ordenó.

—Emm... No lo se, supongo que, robando... —A jungkook se le salio una pequeña sonrisa de sus labios.

—¡Correcto! —Exclamó feliz aplaudiendo cínicamente. —Esa es la respuesta correcta, ahora, reflexionando todo esto. ¿Como es que conseguiste todo lo que tienes en tan poco tiempo?

Ed guardo silencio, observando atentamente a Jungkook.

—Responda la pregunta. —Lo mira seriamente.

—Pues... —

—¿Le ha estado robando a mi padre, cierto? —Lo mira fijamente. —Yo no soy como mi padre... Yo, yo no soporto a los traidores —

—Mira Jungkook, si es el dinero lo que te preocupa. —Ed, lo mira con una sonrisa seca. —Hay unos tontos, que se han endeudado de más, podemos aprovecharnos de eso y quitarles hasta el último centavo que tengan —

Él tomo aquel sobre, y lo deslizó por la lisa mesa de madera. Hasta quedar de frente a Jungkook, este simplemente lo toma sin abrirlo.

—¿Que es esto? —Cuestionó.

—Las escrituras de la casa de los Crowel, él chico me las entregó. —Dijo tratando de sonar amable. —Cómo un adelanto, en lo que consigue el dinero. —Explicó.

—¿Crowel?, he oído de ellos, ¿Que no son los más ricos de esté lugar? —Cuestionó.

—Eso era antes, ahora es lo que tratan de disimular. —Respondió sin rodeos. —Los Crowel no son lo que eran antes. Ahora están
en la ruina.

—Bien. —Dijo y se levantó del aciento, pero antes de dar un paso en falso paro y giro hacia Ed. —Ah si, estas despedido —Dijo con una sonrisa ladeada para luego salir por la puerta.

Baby MaybeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora