Capítulo único

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Kim SeokJin era un famoso escritor, reconocido por su gran talento para escribir historias de terror.

Su última obra aun estaba en proceso pero no sabía cómo terminarla, por más que pensaba no tenía ninguna idea.

Jin:

Mire la pantalla de la computadora y suspire, realmente no tenía idea de cómo terminarla, me levanté de mi silla y caminé hacia la cocina para servirme un poco de agua.

Tome la jarra y en ese momento el foco empezó a parpadear, supuse que sería una falla eléctrica y le reste importancia.

Llevé el vaso ya lleno de agua hasta mi boca y logré escuchar el tono de mensajes de mi celular.

Caminé despreocupado de vuelta a mi escritorio y tome el móvil para leer el nuevo mensaje.

¿Escuchas eso?

El mensaje me desconcerto bastante, era de un número desconocido.

¿Quien eres?

¿Escuchas eso?

En ese momento las luces volvieron a fallar y pude escuchar un sonido, parecido a una respiración agitada.

Mire en todas direcciones y no vea nada raro, solo escuchaba esa respiración​.

¿Ya me escuchas?

En ese momento sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, esta escena me estaba recordando una parte de mi libro así que supuse se trataba de una broma, una de muy mal gusto.

¿Jimin eres tú? No es gracioso.

¿Jimin? No querido, Jimin ya no existe.

De nuevo sentí un escalofrío y en ese momento el timbre sonó, las luces parpadearon de nuevo y la idea de que esto era igual a mi libro me aterraba cada vez más, si mi memoria no me fallaba, afuera encontraría algo espeluznante y no quise abrir.

Será mejor que busques una linterna.

No entendí eso hasta que las luces se apagaron por completo.

Me quede inmóvil, mirando hacia todos lados sin lograr ver nada, mi celular se apagó sin razón, intente encenderlo pero no podía, estaba muerto.

Caminé tropezando con todo, tenía que llegar a la cocina.

De un momento a otro, se sintió un frío infernal, el ambiente se tornó pesado, escuchaba la respiración cada vez más cerca de mi.

Al fin llegué a la cocina y busque desesperado una linterna que siempre guardo allí.

Estaba revolviendo todo cuando sentí un soplido en mi cuello, giré bruscamente pero detrás de mí no había nadie.

Mi piel se erizo y cuando giré de nuevo al cajón logré ver una silueta frente a mí. Asustado retrocedí y caí al piso.

Mi celular vibró de nuevo, no me explicaba como.

¿Estas asustado? Puedo verlo en tu expresión

Me levanté con todo el valor que tenía reunido y seguí buscando en el cajón hasta que encontré la linterna.

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