Mal día [y.m Omegaverse]

1. Una noche helada.

La noche fuera en aquella casa era fría y tenebrosa, Jimin sentía miedo y nada más que eso.

Solo, como una pequeña hoja de árbol en medio del mar.

El omega sabía que no era lo más correcto salir en la noche, su aroma era muy atrayente y más aún si su celo había llegado, pero no podía soportar estar un momento más.

Odiaba con toda su alma tener que ver como su hermano Sehun se casaría, el menor tenía un enorme apego con su hermano mayor, para Jimin lo era todo, lo admiraba y le encantaba pasar tiempo con él, contarle sus aventuras y escuchar durante horas como también Sehun le contaba todo lo que sucedía en su vida.

Sus ojos picaban de sólo pensar en cómo su otra mitad se iría lejos y que ya no lo vería regularmente, podía sentir su corazón estrujándose, los dos desde pequeños siempre fueron muy unidos, sus padres salían regularmente de viaje alrededor de un mes o tres semanas, cuando "supuestamente" estaban en la mansión llegaban a altas horas de la noche, su padre por el duro trabajo y su madre simplemente por salir con amigas, fue así como se aislaron en su propia burbuja donde se tenían a ellos mismos solamente.

Sehun siempre le había apoyado en absolutamente todas las decisiones que tomara, cuando Jimin se sentía caer sabía que más abajo estarían unos brazos reconfortantes que lo atraparían y con palabras dulces le diría al oído que todo estaría bien mientras él estuviera a su lado.

Jimin no se dio cuenta cuando las lágrimas estaban bajando por sus mejillas regordetas, con su puño se limpió y caminó por las calles desérticas.

Pensó entonces Jimin que habría una cosa que le lograría apaciguar el terrible dolor que estaba sintiendo, Luhan, el omega de su hermano era una persona amable y dulces y se notaba a kilómetros el amor que le tenía, eso lograba amainar su tristeza y de cierta forma hasta se sentía mal por ser tan egoísta, era obvio que Sehun en determinado momento se iría de casa y formaría su propia familia.

Una ráfaga de viento pasó y se abrazó a sí mismo por la frialdad que sintió en su cuerpo, salió de la cena despavorido al ya no soportar más y se olvidó completamente de tomar algo más abrigador.

Se paró a sentarse en una pequeña banca que estaba en un parque un poco lejano de su casa, a esas horas era normal que se encontrara solo.

-Pero mira que tenemos aquí -habló una voz a sus espaldas, el olor inundó sus fosas nasales, un alfa, Dios tenía que irse de inmediato, por instinto se levantó y caminó hasta la salida pero un brazo lo detuvo, Jimin nervioso comenzó a respirar irregularmente, sus manos comenzaron a sudar y el terrible miedo de saber quién poseía esa escalofriante voz hacía que se retractara de voltear.

-No crees que es muy temprano para que te vayas... Vamos divirtámonos un poco más -olfateó su cuello y dejo un pequeño beso que hizo que Jimin sintiera náuseas y ganas de correr, trató de zafarse del agarre de su brazo pero lo único que consiguió fue que lo abrazara completamente, desesperado comenzó a gritar por ayuda.

-Déjame e-en paz idiota... ¡No! -gritó cuando sintió un leve mordisco en su blanquecino cuello.

El hombre atrás restregó su erección contra el trasero de Jimin mientras lo apretaba más contra su cuerpo inmovilizándole su oportunidad de escapar, comenzó a sollozar al creer que todo había terminado y que esa noche pasarían cosas que claramente él no quería.

-Demonios, hueles delicioso... Vamos pequeño.

-S-suéltame -rogó por enésima vez con lágrimas en sus ojos.

Recargado en un árbol un chico de piel pálida observó todo cuando acababa de llegar, con el cigarrillo entre sus labios inmediatamente frunció el ceño al ver al hijo de los Park forcejear con un desconocido, aventó el cigarro lejos y con manos hechas puños se acercó al alfa con los dientes apretados de la irá que sentía, su instinto le decía que debía protegerlo.

-Creo que ha sido suficiente idiota, ¿No lo estás escuchando? Ha dicho que lo sueltes -dijo con voz firme y más que molesta, le dio una mirada de odio e intentó quitarle a la pequeña figura que tenía entre sus brazos, se veía frágil e inocente, miró a Yoongi con desesperación como si supiera que él era su salvación.

-Será mejor que te largues tú, él va a ser mío y nadie va a impedirlo. -escupió sus palabras e intentó alejarse pero Yoongi lo detuvo y le propinó un golpe en su mandíbula, soltó a Jimin y este por instinto corrió detrás del pelinegro.

-No sabes con quienes te estás metiendo, por tu bien propio te recomiendo que te largues, estúpido. -el chico corrió lejos y Yoongi lo siguió con la mirada hasta que lo vio perderse entre los árboles.

Volteó y encontró al omega quien tenía la cabeza gacha y jugaba con sus manos, inmediatamente el dulce aroma que desprendía el cuerpo de Jimin hizo que los pensamientos de Yoongi se nublaran y quisiera abalanzarse contra el delgado cuerpo del menor.

Yoongi sintió como su corazón latía más rápido de lo normal, su lobo le pedía que protegiera a ese lindo omega y que lo tuviera sólo para él.

-¿Cómo te sientes? ¿Te hizo daño? -interrogó con preocupación sincera mientras que con sus manos tocaba una de sus suaves mejillas, Jimin sintió un calor reconfortante y quiso estar más cerca de él, necesitaba más contacto, su piel ardió ante el toque del mayor, sus mejillas estaban ardiendo y los dolores en su cuerpo no se iban.

-Y-yo... quiero agradecer p-por protegerme -las palabras salían con tartamudeos al sentir un enorme nerviosismo por todo su cuerpo.

Yoongi sonrió enormemente al ver que el cachorro no le temía, vio como éste titiritaba se frío, el alfa reaccionó rápido y quito su sudadera negra y se la entregó al menor de mejillas teñidas de un color carmín.

-N-no es necesario en verdad -tímido trató de rechazar la prenda pero Yoongi negó con su cabeza y se la volvió a extender y el menor no tuvo otra opción que aceptarla.

Se veía algo tierno porque le quedaba unas tallas más grandes, Yoongi sonrió embobado y poco después reaccionó y regreso al planeta en el que estaba.

-Disculpa, eres tan bello que me pierdo, ¿Me permites llevarte a casa? Ni loco dejaría que te fueras solo.

Las mejillas de Jimin volvieron a enrojecer y asintió con nervios y caminó al lado del alfa hacia su coche.

-coffexo

Esto salio, no podía dormir y bue, espero y les guste, sinceramente no pense que escribiria algo de omegaverse pero por qué no, si hay algún error disculpen.
Escribí una segunda parte, la publicare luego ♥︎

-azu