Bosque Oscuro ; yoonseok

3. Poción de amor

Cuando era un pequeño hechicero, mi madre me había dicho que algún día desarrollaría mis poderes mágicos por naturaleza. Y que podría hacer cosas increíbles con mis propias manos.

Aún sigo esperando que ese maldito día llegue.

Los hechiceros con talento temprano (como es el caso de Seokjin, que consiguió sus poderes a la joven edad de 210 años), eran mi ejemplo a seguir, pero ahora... solo espero que el momento en que sienta la magia en mí aparezca.

Mi padre me había dicho que no debía desesperarme por ello, que en el instante adecuado, mis poderes se mostrarían. Confío en mi padre.

Sin embargo, me había comentado que los hechiceros también son los consejeros del mundo mágico, y que podía vivir haciendo pociones o ayudando a otras criaturas. Decía que ahí sería donde encontrara a mi acompañante de vida...

Me explicó que el acompañante de vida de un hechicero puede ser cualquier criatura mágica que le sea atada por el destino; y ésta debe permanecer toda su vida a su lado.
No es necesariamente como su pareja amorosa (puede ser su mejor amigo.)

Y hablando de amor...

Mi poción más vendida y admirada, es la poción de amor.

Son las criaturas más horrendas las que me buscan por estas, ya que son efectivas para enamorar a cualquier ser al que se le aplique; solo hace falta que la poción sea ingerida u olida, y los pétalos de rosa de porcelana, esencia de jazmín de invierno y lágrimas de unicornio se harían cargo del resto del trabajo.

¡Y qué difícil es hacer a un unicornio llorar!

También vendo pociones curativas o cualquiera que me encarguen. Puedo hacer todas las pociones, y suelo inventar algunas nuevas.

He vivido solo durante mucho tiempo, así que tengo tiempo para dedicar todos mis días a experimentar y recolectar ingredientes raros para mis pociones, comprar buenos calderos, y leer enormes libros avanzados.

A veces disfruto de esta soledad, pero la mayoría del tiempo me preguntó cómo sería tener a alguien a mi lado...

Cómo sería tener a alguien a quien abrazar y besar.

Alguien a quien dedicarle mi tiempo.

Alguien que me ayude a hacer mis pociones.

Alguien con quien preparar la cena, y luego la coma conmigo.

Alguien que me acompañe en las noches oscuras y frías.

Alguien que me recuerde apagar el caldero antes de irme a dormir.

Me pregunto cómo sería tener a alguien que me ame...

Pero solo son preguntas tontas que pasan por mi mente cuando me siento solo. El amor y mis poderes son pensamientos que prefiero evitar, para poder enfocarme en lo único que tengo y sé hacer: pociones.

A veces alguien puede cambiar tus ideas, tus necesidades... o tu vida.

Una simple criatura puede hacerte descubrir tus talentos ocultos, o motivarte a pulirlos.

Un corazón que te ame puede darte una razón para vivir.

Y yo conocería más tarde al encargado de hacer todo eso en mí.

Y más...