Chápter 12

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Ala mañana siguiente en Rusia

En la habitación de los tritones todos dormían plácidamente,  hasta que los rayos se colaron por las aberturas de las cortinas haciéndoles saber que ya había amanecido y tenían que levantarse, el primero en hacerlo fue yuuri quien con una sonrisa estiro sus extremidades y acaricio el cabello de su pequeño JJ quien se removía por la luz en su cara soltando quejidos.

Mi amor es hora de levantarse — murmuro cerca de su oído —

Un ratito mas mami — pidió adormilado —

Anda bebé tienes que desayunar —beso su cabecita —

Esta bien — suspiro resignado —

En lo que su hijo mayor se estiraba fue con loa otros quienes dormian en una extraña posición el rubio tenía su pierna arriba del peli negro y cruzado en media cama, con la boca abierta con baba escurriendo haciendo lo soltar una risita.

(ignoren al gatito blanco)

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(ignoren al gatito blanco)

Se acerco a ambos menores y con caricias y besos despertó a ambos tomando en brazos al rubio quien se negaba a caminar,  de ahí tomo la tarea más difícil despertar a su amigo.

Phichit-kun — lo movió despacito — Phichit-kun despierta

-.....- ronquidos

Tío Phichit — ahora fue Jean quien lo intento pero solo consiguió que el moreno se girara —

-........— respiración pausada

Al no ver respuesta el rubio se despero porque ya quería recibir sus sagrados alimentos,  miro a su hermano quien entendió y Otabek los veía confundido al ver que tenían una sonrisa de maldad.

1...2...3 — contaron para tomar aire y— Se roban al rey y a los príncipes —gritar —

Eso basto para hacer que Phichit se levantara como resorte y se pusiera en posición de pelea con una mirada seria la cual no duro mucho al escuchar risas a su alrededor , inflando las mejillas en un adorable puchero.

Mooooo~ eso no es justo — chillo enojado —

Buenos días Phichit-kun —saludo el azabache ignorando su berrinche — vamos a desayunar

El solo asintió y tomo a su sobrino en brazos por petición de el , mientras tanto yuuri traia a su rubio hijo y a Otabek de la mano platicando de cosas triviales,  hasta llegar a la sala donde estaba Viktor la mirada cubierta por su flequillo,  con brazos y piernas cruzadas.

Piratas y sirenas (Viktuuri) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora