- ¡hey Jimin! -gritó Jungkook entrando a la carpa.- en unos minutos vamos a ir a atacar.- le informó tomando una silla y sentándose al lado de su compañero.- lo extrañas, ¿no?- dijo apenado viendo como Jimin miraba la foto de su esposo, Yoongi.
- más que nada en el mundo...- dijo apagado.- y solo ha pasado un mes.- soltó sollozando.
- tranquilo amigo, hiciste lo mejor, por lo débil que es ya lo hubieran matado, hiciste bien en tomar el lugar de él.- lo apoyó haciéndole cariño en la espalda.
- no lo voy a ver en cuatro años, estuvimos juntos toda la vida, no hubo semana que no nos viéramos y, de un día para otro no nos veremos en cuatro años.- dijo soltando la fotografía de su esposo y abrazar a Jungkook en busca de consuelo, en busca se ese calor que le entregaba su Yoongi, pero no lo encontró, haciéndole llorar aún más.- me quiero ir...
- no puedes, amigo. Solo cuatro años, nada más, tu puedes.- lo consoló.
- ¡vamos, todos, a atacar! -gritó un soldado pasando por todas las carpas.
- vamos, nosotros podemos.- le dijo Jungkook poniéndose el casco y ofreciéndole uno a Jimin, este lo tomó desanimadamente. Miró la foto de Yoongi, tomó fuerzas, sonrió y fue a la batalla.
Yoongi, amor, solo espera un poco más.
Korea, Busan.
- ¿donde estará Jimin?- se preguntó a si mismo Yoongi.- ¿me abra dejado y se fue con otro... U otra? No lo creó, mi Jimin no es capaz de hacer eso. El me ama y yo lo amo. Solo ha pasado un maldito mes y ¿estoy dudando de mi esposo? Vamos Yoongi, nos caigas tan bajo. Yo puedo aguantar, soy fuerte, y donde sea que esté mi Jimin, sé que también está siendo fuerte. Lo que voy a hacer es estupido...- dijo tomando el las pastillas de que iba a tomarse, aventarlas a algún lado de la sala y acostarse en el sillón.- voy a hacer lo que me dijo, lo esperaré, no me iré, después los dos estaremos sentados en este sillón, que tiene tantos recuerdos comiendo y jugando. Se quedó mirando a la nada hasta caer en un profundo sueño.
