EL DÍA

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Después de un verano horrible trabajando en una cafeteria, llego el momento de empezar la universidad.
Por cierto, soy Susan, voy a estudiar primero de criminología en la Universidad de Boston, mi padre y mi madre están separados, así que mejor no os cuento el panorama, ya os podéis hacer una idea. Lo único positivo de esto que al ser hija única soy una hija consentida tanto por mi padre como por mi madre. Pero os garantizo que muchas de las veces es un tostón, ya que cada uno me quiere en su terreno por así decirlo.
Bueno llego el día de ir a la Universidad, voy sola con mi Ford, ya que mi padre esta trabajando y mi madre se encuentra ahora mismo en Miami, por motivo de trabajo.
Son casi las 10 de la mañana, y a las 12 empiezo la primera clase, todavía me queda media hora de camino. Durante el trayecto me han llamado varias veces mi mejor amiga que se llama Tina y mi novio Tom.
Tina y yo nos conocimos en el instituto, y las dos decidimos echar la solicitud en la misma universidad, ya que se nos haría imposible estar distanciadas después de tantos años unidas. Me acuerdo como si fuera ayer del momento que recibimos el sobre de aceptación de la universidad.
Yo estaba en mi casa de comida con Tom, luego os hablare un poco de él, cuando de repente viene el cartero.
- Hola, buenas tardes, disculpe las molestias, pregunto por la Srta. Frinni.
Me imagino que estaréis pensando que apellido más raro para una americana. Pues no, no soy americana del todo, es más directamente no soy de aquí. Nos venimos a vivir aquí porque trasladaron a mi padre a Chelsea, un pueblo cerca de Boston. Mi padre es italiano y mi madre francesa, de ahi que diga a que de americana solo tengo mi casa.
- Buenas tardes, soy yo - le respondo.
- Tome, esto es para usted - dice, con una sonrisa super amable.
- Muchas gracias, que pase un buen día - le digo con tan asombro cuando vi el escudo de la universidad.
- Igualmente, y suerte - me responde muy entrecortado, me imagino que avergonzado por haber visto de donde procedía la carta.
- Gracias - contesto y cierro la puerta, cuando él se gira para irse.
No me lo puedo creer, aún estoy con el sobre en la mano ni siquiera lo he abierto. ¿ Y si no me han cogido? ¿ Y si me han cogido, qué sera de Tina? Sin dudarlo ni un minuto fui corriendo al comedor, donde está sentado mi novio, cojo el móvil de encima de la mesa, para llamar a mi mejor amiga. Cuando de repente Tom me mira preocupado.
- Cariño, ¿qué pasa? - me dice con cara de intriga.
- Tsss - es lo único que consigo decirle mientras tengo el teléfono en la oreja.
No hace ni tres pitidos cuando me coge la llamada Tina.
- Me has leído la mente, te iba a llamar ahora mismo - me dice con un tono de incertidumbre.
Entonces ya me imaginé que acababa de recibir el sobre al igual que yo.
- Me imagino que lo habrás recibido - digo con un tono de entusiasmo.
- Sí, ahora mismo - me afirma.
Por su tono de voz y por el mío me imagino que las dos estamos algo nerviosas porque no sabemos lo que ponen los sobres.
- ¿Lo abrimos?- digo con un tono de desesperación.
- Sí, claro. Tengo ganas de saber lo que pone - contesta.
Las dos tenemos los sobres en las manos, y con nerviosismo los abrimos. El silencio telefónico era mortal, nose si describirlo algo incómodo.
- ¡Siiii! - digo con un tono algo elevado de la alegría.
El silencio sigue en la otra parte del teléfono, ya llega un momento que nose si reír o llorar. Y, de repente se escucha un chillido.
- Toma ya - dice Tina con un tono que casi me deja sorda.
No sabia como reaccionar, cuando la escuché chillar. Me quedé cortada unos minutos, mientras mi amiga estaba haciendo la cabra, después de leer la carta.
- ¿ Sigues ahí ? - me pregunta Tina concertada.
- Sí, claro - respondo segundos después, mientras volvía en si después de la maravillosa noticia que ambas recibimos.
- ¡Tia, estamos juntas en la misma universidad es increíble, no me lo puedo creer! - me dice con un tono absolutamente contento.
- ¡ Que guay! Tenemos que prepararnos todo para irnos después del verano- le digo con total nerviosismo.
-¡ Siii !- responde ella silenciosamente.
En ese momento escucho unas voces lejanas y un portazo de puerta.
- Tengo que colgar, acaban de llegar mis padres. - dice en voz baja, que por poco casi ni la escucho.
- Vale, hablamos luego más tarde. - contesté al instante.
Al colgar el teléfono fui rápidamente hacia el comedor, donde estaba Tom sentado, el pobre con una cara de no entender nada, de preguntarse qué esta pasando aquí. Bueno eso quería explicar como bien dije antes voy a hablaros un poco de Tom. Tom lo conocí en el instituto, él vive en mi pueblo, y cuando me mude la verdad que fue un gran apoyo. Junto a Tina fueron mis dos primeros amigos aquí.
Ahora pensaréis que Tom juega en el equipo de fútbol americano, o de baloncesto, o de algunos de los deportes que se os pase por la cabeza. Pero lo siento mucho pero él no es así, es más es de los de sale a correr o bien por las mañanas, o bien por las tardes, depende el tiempo que tenga, y poco más, le gusta estar en forma pero sin creérselo y menos aún sin ser obsesionado. Así que lo siento por desmontaros los papeles jajajaja ¿ sorprendidos, verdad? Es mas él si que es capitán de un equipo, del equipo de ajedrez de mi pueblo. La verdad que sí, a parte de ser inteligente y responsable, es guapísimo. Es el típico chico moreno con ojos azules, cariñoso, romántico,... la verdad que para mi el chico IDEAL, eso si no le toquéis mucho la moral que miedo da cuando se enfada. Es mas si lo veis enfadado mejor huir. Llevo saliendo con él desde primero de la ESO que se dice pronto ehhh, pero os garantizo que hacer duradera una relación cuando los dos somos tan diferentes es complicado. Lo conocí en una fiesta que hizo John, uno de los más populares del colegio, es jugador del equipo de fútbol de mi antiguo instituto, la verdad que era majo pero a veces un poco detestable. Pero la verdad que sin esa fiesta no hubiera conocido al que pienso que es el amor de mi vida. Puede ser que me equivoque que salga algo mal y se vaya todo a la mierda entre Tom y yo, pero si que tengo claro que lo que siento por él no lo sentí por nadie, se puede decir sin pelos en la lengua que es mi primer amor.
Bueno después de esta breve introducción sobre quién es Tom y que significa para mí seguimos con la historia sobre ese día que cambio mi vida, no solo a mi sino también a Tina.
Fui al comedor, me senté, mientras Tom me miraba con cara intrigante.
- ¿ Qué pasó, amor? ¿Por qué traes esa cara? - preguntó prácticamente al segundo de sentarme mientras me acariciaba la cara.
Sin decir ni una palabra le entregué la carta que me había dado el repartidor muy simpático y educado.
Coge el sobre lo lee con detención e iba cambiando sus gestos de la cara según iba leyendo, y mientras tanto veía como se emocionaba y se le caía alguna lágrima. Nose si por tristeza, porque obviamente irme a la universidad implica que entre semana nos veamos poco, ya que por los estudios y todo no tendré casi tiempo, por muy cerca que este de mi pueblo. Estar acostumbrados a vernos todos los días a todas horas, a vernos solamente los fines de semana, pues creáis o no eso se nota.
A los cinco minutos de leer la carta, levanta la cara, me mira con una sonrisa en la boca, aunque todavía se le notaba el agua de las lágrimas que había derramado anteriormente, y me dice:
- Felicidades, cariño, sabía que lo lograrías. Me alegro muchísimo.
La verdad, que yo no sabia como actuar en ese instante porque sabía todo lo que pasaba por su cabeza por mucho que se alegrara por mi.
Lo único que me salió decirle es:
- Es hora de que nuestro amor viva una prueba de verdad, ya que estamos siempre juntos, y ahora pues el tiempo de vernos será reducido. Que eso no quita que no nos vayamos a ver - le digo mientras le abrazo y le doy un beso.
Poco a poco se fue calmando mientras no dejaba de besarme, esos besos de ganas, de pasión, de decir se que después del verano te vas y quiero aprovecharte al máximo, quiero sentirte de tal manera que me dure hasta que te vuelva a ver. Poco a poco fuimos sintiendo como subía la temperatura de ambos, y fuimos yendo hacia el sillón, donde tantas veces lo hemos hecho, pero la verdad que lo de hoy era especial, no solo porque al recibir la noticia de mi aceptación estaba más cachonda que nunca, sino porque ya no sabríamos cuándo volvería a pasar.
Seguimos en el sillón sentados el besándome poco a poco el cuello, mientras yo cada vez estaba mas excitada, sus besos, su calor, su olor , su cuerpo, en total todo él me tenía enganchada totalmente. Sigue besándome mientras poco a poco me va quitando la camiseta, y me mira de arriba a abajo, con los ojos que casi se le salen de lo excitado que estaba. Poco a poco me va besando y saboreando todo el cuerpo, el calentón que tenemos ambos era brutal, me levanté con ganas mientras poco a poco le iba quitando su camiseta.
- Uff me tienes loca - le dije susurrando ya que prácticamente no me salían las palabras de lo excitada que estaba.
- Anda que tú a mi - me responde mientras me mordía el labio.
En ese momento fui notando un gusto muy placentero mientras no paraba de besarme, y era su mano, su mano que la tenía por encima del pantalón tocándome con breves movimientos. La excitación cada vez iba subiendo, mientras del placer mis manos poco a poco se iban deslizando por su dorso. Es que ¡Dios, es perfecto! Su cuerpo, sus ojos, sus labios, su cara, y su mirada, todo él me tiene en las nubes. Mis manos fueron bajando hasta llegar a sus pantalones, estaba empalmado de una manera exagerada, fui metiéndole la mano por dentro mientras le besaba el pecho. Su cara, su cara lo decía todo, su cara de satisfacción de decirme no pares continua quiero estar así siempre, mi mano no paraba quieta deslizándose de arriba a abajo. Hasta que, en ese momento escuchamos unas voces.
Si no os lo creeréis pero mis padres acababan de llegar. Tom y yo nos vestimos todo rápido y os garantizo que tuvimos que disimular muchísimo para que ellos no notaran la excitación que teníamos ambos.
- Mas que son ahoga fiestas tus padres - dijo él en voz baja para que no nos escucharan.
- Lo siento mi amor te prometo que esta noche te lo recompenso - le digo mientras me acabo de arreglar.
Y en ese momento se abre la maravillosa puerta, obviamente mis padres discutiendo como siempre. Desde que se separaron no hay quien los aguanten cuando están juntos.
- Hola chicos - dijo mi padre con tono alegre.
- Hola papá - dije mientras iba a darle un abrazo y un beso.
Y lo mismo le hice a mi madre.
- Hola Sr. y Sra. Frinni - dijo Tom estrechándole la mano a mi padre y dándole un beso a mi madre.
- Hola Tom - dijeron mis padres respondiéndole el saludo.
- ¿ Ya habéis comido, cariño? - pregunto mi madre con cara de preocupación.
- Sí, mama no te preocupes - conteste.
Nose si a vosotros os pasará, pero odio cuando mi madre se piensa que sigo siendo una niña pequeña, me hace lo mismo siempre que llega a casa, me trata como si tuviera 3 años.
A todo esto fijándome en Tom, que estaba hablando con mi padre, y veía la cara de incómodo que tenia, ya que continuaba excitado y mi padre también es un poco intenso.
Así que en ese momento mi madre fue a dejar unas cosas a la cocina, cuando en la mesa, donde hemos comido, ve la carta.
-¿ Qué es esto, hija? ¿Qué te han dicho? - preguntó mi madre con cara de sorprendida y con el sobre en la mano deseando que le de permiso para abrirlo.
- Adelante, mamá puedes leerla - le contesté.
Mi madre abrió el sobre y cogió la carta, estaba temblando de los nervios, se le movían las manos y mientras se podían observar los rasgos de su cara de felicidad. Cuando de repente pasados unos minutos escuché un chillido. Me asustó. Y de repente entra mi padre, y detrás de él mi novio.
- ¿ Qué ha pasado? - pregunta mi padre sobresaltado.
Mi madre estuvo en shock unos minutos más. Mientras estábamos deseando todos que abriera la boca y dijera algo. Minutos después se le ocurrió decir:
- Tu hija entra en la Universidad de Boston - dijo chillando de tal manera que creo que la escuchó todo el pueblo.
Para colmo después de los chillidos de mi madre, vienen los saltos y abrazos de mi padre. Así que os podéis imaginar en que casa de locos vivo Jajaja. 

- Enhorabuena hija - gritaron mis padres super animados, y por primera vez hacen algo juntos y unidos desde que se separaron. 

Para haceros un resumen de la situación actual con mi familia. Mis padres se separaron hace aproximadamente 4 años. Llevaban casados muchos años, y si os soy sincera para mí eran la pareja perfecta. Discutían como en todas las relaciones, pero se conseguían entender muy bien. Se querían muchísimo y de eso yo era consciente. Hasta que llegó un momento que mi padre viajaba mucho por el trabajo, ya que él trabaja en una empresa multinacional, y mi madre también estaba haciendo muchas horas en el hospital, por tanto eso hacía que cada vez se vieran menos y que cuando estaban juntos discutieran todo el tiempo. Entonces después de casi un año en ese plan, decidieron separarse de manera amistosa. Pero la verdad que e algo incómodo porque cuando están juntos se la pasan peleando todo el tiempo, y al final agota. Pero también tengo que decir que como padres nunca me han fallado y siempre han estado ahí, una cosa es la relación que tienen entre ellos, y otra muy diferente es la que  tienen conmigo. 


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