FIRTS LOVE; JJK

Capítulo 1

Era un día demasiado común, bastante para haberme ocurrido aquello.

Del hogar a el colegio, del colegio a la orquesta y de la orquesta a la casa.

Chicos nuevos en la orquesta, los de iniciación solían ser bastante curiosos y se hacían notar bastante.

(....)

Permanecía mirando a mi mejor amigo Hoseok mientras se destacaba con su sólo en la trompeta.

Mi mirada curiosa se desvió a los chicos nuevos de clarinete que permanecían apenas una fila antes que los trompetistas.

Como si nada volví a enfocarme en mis partituras y algo bastante particular llamó mi atención, mas de lo devido para mi desgracia.

Inmediatamente voltee de nuevo y pude confirmar aquello que momentáneamente me había creado una duda existencial.

El era idéntico, identico al chico de mis sueños, y llegó a espantarme un poco su parecido, pues era demasiado, y no supe que hacer para dejarlo de mirar.

Mi cerebro dedujo que tal vez a mi amiga JungSoo le interesaría lo que acababa de ver.

Y estaba en lo correcto, apenas pude hacerle señas para que rápidamente se diera cuenta.

La clase se había terminado y yo ya estaba afuera de la sala esperandola con mi violín en su estuche y las partituras en la mochila.

Lo vi salir un poco después de mi, exactamente un paso delante de JungSoo que me hacía gestos obsenos mientras permanecía a sus espaldas.

—¿Te has dado cuenta? —pase ambas manos por mi cabello un tanto ansiosa —Es jodidamente idéntico.

—Mujer, anda a ver si no exageras tanto, no es tan parecido.

Por un momento llegue a pensar que me estaba volviendo loca o que estaba siendo exagerada, pero tenía que averiguarlo, lo necesitaba.

—¡Hey! —quize enterrar la cabeza en la tierra como una avestruz cuando lo note voltear.

Mientras trataba de controlar mis nervios ansiosos tan sólo pude agitar mi mano para saludarlo amablemente antes de que pensara que estaba loca.

Lo siguiente que hicimos al ver su rostro en definición fue gritar en modo Mute, como las idiotas que éramos.

No pude dejar de hacerlo, yo no podía dejar de pensar en el, y me molestaba, porque apenas había llegado.

Apenas salí de la última clase y prácticamente corrí a la estación del subterráneo donde mi madre me esperaba diariamente a las cinco y media de la tarde para ir a casa.

A ella le conté todo, quien sonrió con alegría y comprensión.

Otro día y otra vez, mi cerebro no paraba de recordarlo una y otra vez como un disco rayado.

Algo tenía que hacer, tenía que hablarle, tenía que saber de el, me tenía horriblemente intrigada.

Los días pasaban y lo único que podia hacer era verlo de lejos esperando que en algún momento se me acercará.

Esa fue la primera vez que vi a mi primer amor.