Hot Summer ▌BTS ▌+18 ▌

Jacuzzi | Jikook

♠ Cuando te invitan a una fiesta en la que la diversión principal es un jacuzzi enorme, no puedes decir que no. 

Pero, ¿quién diría que al final de la noche la diversión principal sería el chico de en frente?.

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Jeon  Jungkook no era un chico de fiestas. Desde los 16 años había sido acosado por peticiones a ellas : "Las chicas más guapas de clase irán", " Eunha irá en bikini, Kookie", "¡El acohol será gratis!".

Oh, dulces e inocentes almas.

Las chicas no eran un incentivo para el joven Jungkook, el cual desde los 12 años ya sabía que de heterosexual tenía lo mismo que una cucaracha de adorable.

Es decir, cero. Ni una pizca en todo su bonito ser.

Y bueno, el alcohol... No estaba mal, pero prefería jugar a Overwatch con una bolsa de doritos y un mountain dew cien mil veces antes que ir por ahí emborrachándose y diciendo tonterías.

Sin embargo, que hubiera un jacuzzi en la fiesta cambiaba todo, estaba claro.

Namjoon, su vecino y amigo de la infancia, acababa de instalar un hermoso y seductor jacuzzi en la parte trasera de su "casa" (más bien mansión enorme), y obviamente, no iba a decir que no a la invitación de la fiesta de inauguración de éste.

Le daba igual quién fuera a la fiesta mientras él pudiera remojarse hasta la saciedad en aquel jacuzzi de burbujas relajantes (Namjoon le había enseñado fotos y wao, tenía demasiada buena pinta).

Así que, gracias a un jacuzzi, se encontraba en medio de la noche en una fiesta en la cual sólo conocía a Namjoon.

Pero estaba en un jacuzzi. Incómodamente mirando a la nada, pero en un jacuzzi.

Que por cierto, estaba vacío hasta ahora.

Los demás estaban bebiendo en el salón, viendo un partido de fútbol. Actividad que no interesaba demasiado a Jungkook en aquellos momentos, ya que el agua estaba templada y las burbujas se sentían como un masaje de Dios a su espalda.

Justo cuando el joven de 21 años estaba a punto de cerrar los ojos para dormir un ratito, escuchó unos pasos por el césped del patio.

Abrió un ojo de manera desganada, para encontrarse con un angelito de carita redondeada y ojos oscuros.

- Hey - dijo el chico, cuya voz era suave como la miel y agradable como un día de sol, mientras se deshacía de su camiseta negra y dejaba ver su bien formado torso. Tenía que hacer ejercicio, porque eso no era normal.

Al pobre Jungkook casi se le caía la baba.

- He...Hey. - no sabía si sonó tan patético y nervioso como se escuchó  a sí mismo. Esperaba que no.

- Soy Jimin. Amigo de la universidad de Namjoon. - Jimin le tendió la mano con una pequeña sonrisa en los labios.

Jungkook asintió y respondió a la sonrisa con otra, estrechando su mano con la suya.

La mano de Jimin era bastante pequeña comparada con la suya, hecho que le pareció adorable.

- Encantado. Yo soy Jungkook, su vecino. Eh...¿Se acabó el partido?.

Jimin rió flojito.

- Hace ya. Se han ido casi todos a casa. Cuando yo vine para acá el reloj marcaba las dos... E igualmente, encantado. Eres el famoso Jungkook, Namjoon no para de hablar de ti. Tenía ganas de que nos conociéramos.