Parte 2

776 73 18
                                    


Era el cuarto y último día que Luhan pasaría en Corea, pues luego se iría dos semanas completas, para acabar la película, después por fin seria libre, y solucionaría definitivamente las cosas con su novio, esos eran sus planes, el estaba más que seguro de conseguirlo, pues Minseok parecía estar comenzando a perdonarle, algo que Luhan no dudaba, pues a pesar de que siempre fue un celoso obsesivo, estaba muy seguro del amor casi infinito que su chico le tenía.

Minseok ya no huía de Luhan, el se dejaba abrazar por él, pero ni una sola vez le mostro cariño, ni siquiera le miraba a la cara, su actitud era fría y indiferente, pero parecía que Luhan no se daba cuenta, o no quería verlo, Minseok se sentía como si fuera un extraño en su propio cuerpo, jamás había sentido sentimientos tan negativos, crecer dentro de él, hacia ningún otro ser humano, pero donde una vez hubo un amor grande y incondicional, ahora estaba poco a poco surgiendo un odio tan grande, como el amor que un día ocupo ese lugar, Minseok no se sentía cómodo con sentimientos tan negativos, pero tampoco sabía cómo dominarlos.

El día avanzo con calma, ellos grabaron un programa en la mañana y por la tarde asistieron a un programa de radio, Minseok hizo como siempre su papel, nadie tenía por qué notar nada, era su vida privada.

Cuando la noche llego, Minseok estaba en su cuarto, tenía la música puesta, feliz de que mañana Luhan se largaría y el tendría tiempo para pensar realmente que deseaba hacer, Luhan había decidido, avanzar un poco más, el extrañaba hacer el amor con su novio y al ver que las cosas estaban más tranquilas entre ellos, decidió probar suerte.

El entro al cuarto de Minseok y se sentó en la cama, Minseok abrió los ojos y le miro con desinterés, Luhan comenzó a acariciarle el rostro, luego fue acercándose lentamente y le beso, pasando su lengua por los labios de Minseok, el cual abrió la boca dándole acceso, Luhan profundizo en el beso, haciéndolo más intenso, mientras comenzaba a acariciar el cuerpo de su novio, poco a poco el fue deslizando su mano hasta la entrepierna de su novio, acariciándole.

Minseok sabía lo que quería Luhan, el intento dejarse llevar, cuando sintió sus labios sobre los suyos y su lengua pidiendo acceso, se lo dio, cerró los ojos intentando dejarse llevar, intentando encontrar todas aquellas sensaciones maravillosas, que siempre le despertó Luhan con solo un beso, pero solo encontró asco, no soportaba sentir las manos de Luhan tocando su cuerpo, sabiendo que había tocado el de aquella mujer, sus besos que una vez le encantaban, ahora le provocaban asco, pues había besado a aquella mujer igual que ahora le besaba a él, no podía, simplemente no podía soportarlo, así que le aparto bruscamente.

- No puedo, no soporto tenerte cerca Luhan, por favor vete de mi cuarto- dijo limpiándose con asco la boca

- Minseok yo te amo- dijo Luhan sintiendo dolor al ver el rechazo de su novio

- Márchate Luhan, déjame solo- fue cuanto respondió

Cuando Luhan se marcho, Minseok lloro, sintiendo aun el asco que los besos de Luhan le produjeron, sintiendo otra vez aquella rabia y dolor, inundar su cuerpo, no entendía como podía haber intentado acostarse con él, después de lo que le había hecho, no comprendía como podía poner sus necesidades, por encima de los sentimientos, su rabia y odio creció.

Al día siguiente Luhan se marcho, Minseok apenas ni se molesto en despedirse, no le quería cerca, Luhan se sentía dolido por el rechazo de la noche anterior, pero esperaba que esas semanas, ayudarían a que Minseok olvidara, y para cuando regresase pudieran empezar de cero.

Minseok por fin estaba solo, Luhan se había ido y la gran mayoría de sus compañeros habían salido, aun sentía asco si recordaba el beso, el intento pensar racionalmente, averiguar que sentía ahora por Luhan, el ya no confiaba en Luhan, en su mente tenía claro que volvería a serle infiel, pues quien lo es una vez, lo es siempre, además quien sabe cuántas veces le había sido infiel y el no se entero, para él su relación había sido una mentira, todas las veces que dijo amarle, que dijo que solo existía el, que nadie más le importaba ni podía igualarse, todo fueron mentiras, pues en el mejor de los casos, no fue capaz de aguantar un mes sin sexo, demostrando que le importaba mas el sexo que el amor.

Del amor al odio y viceversaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora