Mis pasos resonaban por el suelo, y miré la vieja reja de metal que ocultaba los secretos de esa casa.
Me giré encontrandóme las curiosas miradas de los que se suponen son mis amigos.
¡Ay dios!,¡Aina, entra ya!- Susurra fuertemente Gema, mientras que el resto de ellos asentian rápidamente.
Volví mi mirada a la casa, se veía escalofriante a mi parecer. Pero,lo que más me llamó la atención era la figura de una persona a lo lejos.
Confundida y curiosa, abrí las rejas sin cuidado, no sé por que razón pero no tenian pestillo.
Avancé lenta y sigilosamente sin perder a la figura, y viendola detalladamente era un chico.
Se detuvó en una gigantesca puerta redondeada, y murmuró unas palabras incomprensibles a mi parecer.
Miro hacía los lados,en busca si alguién lo estaría espiando. Así que me oculte en unos arbustos de rosas azules.
Rosas Azules, en pleno verano.
A veces no entiendo a la gente;
Ni que estuvieramos en invierno, Aún no es epoca de rosas azules.En fin.
La figura masculina entra a la casa sigilosamente, y yo, busco otra manera de entrar.
Empiezó a merondear por toda la casa, en busca de una ventana o puerta abierta.
Bingo.
Encontré una ventana medio abierta, cubierta en cortinas.Con cuidado, entró por esta, tratando de no hacer ruido. Pero, lastimosamente caí en mi tobillo.
Gemi del dolor, me había roto-un poco- el tobillo.
Mire la habitación en la que me encontraba.
Era el recibidor, estaba unos cuantos retratos, dos sofas esquineros marrones, un centro de mesa y una chiminea, sin contar el gran piano en la esquina, todo totalmente cubierto de polvo.-¿Quién diablos eres, y que haces en mi casa?-
Susurra alguien en mi oido, haciendome estremecer.Realmente,estaba jodida.
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la casa de muñecas.
FantasyUn reto, sí, sí un reto. Por un reto entre a esa oscura y vieja casa que está al lado de la mía. Durante tantos meses la curiosidad me carcomía. Y ahora, estabá por averiguar los secretos de esa antigua casa. Y quizá también, de los que vivían ahí.