Please, don't

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La cacería seguía, pero no era muy difícil. Tardaron alrededor de 2 días para matar a todos los demonios, algo fácil teniendo a Castiel. Pero eso no era todo.
Cuando les quedaba solo un demonio, tuvieron que ir a una fábrica, bastante lejos del pueblo. Castiel entró, para ver a que se encontraba, y cuando Sam y Dean quisieron entrar las puertas se cerraron.
-Cas, como estas?
-Lucifer.
- Naa, no me extrañaste? Yo si hermoso.
- Que queres?
-Mmm, un helado y putas.
- Me temo que no puedo ayudarte con eso. ¿ ahora, me puedo ir?
- No Castiel, no tan rápido. Necesito un favor.
-No voy a hacer nada por vos.
-Si, si lo vas a hacer.
-Y por que eso?
- Porque si no te alejas de ese noviecito tuyo, lo mato. Asi es la cosa, vos te alejas por un tiempo, inventa una excusa, no se un ángel que esta causando problemas, despues te todo mentir es lo segundo mejor que te sale, lo primero es enamorarte de humanos idiotas.
- Que queres con Dean, Lucifer?
- No quiero nada de ese bastardo, lo quiero ver sufrir, y si vos te vas, lo va a hacer.
Castiel saco su angel blade y se dirigió hacia Lucifer, el que le dijo:
- Te vas, o lo mato.
Y desapareció.
- CAS
Las puertas se abrieron y los hermanos entraron corriendo. Castiel estaba devastado, pero no le podía decir a Dean lo que pasaba, no quería que le pase nada malo.
-Esta bien Dean, Lucifer estaba acá y cuando lo quise matar desapareció.
-No me importa Lucifer, estas bien?
- Si Dean, me tengo que ir.
-Como que te tenes que ir?- Dijo Sam
-Tengo que encontrarlo y matarlo.
-Cas, podemos ir juntos. - Dijo Dean mientras le rozaba la mano.
Castiel no podía aguantar mentirle a Dean, y menos no agarrarlo y besarlo.
Cas corrió su mano y se fue.
Dean no podia creerlo, su cara era de tristeza, y Sam se quedo helado.
- Dean, estas bien?
-Estoy bien Sam, que no ves? No me jodas.
Sam y Dean volvieron al bunker y Dean se fue a su habitación, mientras que Sam se quedo abajo mirando unos libros en la biblioteca.  No quería molestar a su hermano.
Dean se sentó en su cama y empezó a rezarle a Cas, no podía creer lo que había pasado. No entendía nada.
-Cas, veni, por favor. Necesito hablarte.
Pero Castiel no apareció
Dean se acostó en su cama mientras repetía, Castiel hijo de puta, que te pasa. Seguido de esto una lágrima del ojo de Dean cayó.

DestielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora