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-Tu eres el tal Shawn del que tanto habla mi hija?

Al principio sentí nervios pero decidí ser educado y presentarme.

-Buenas tardes señor Jones, si, yo soy Shawn.

-No te pongas nervioso, llámame John. -se rió-

-Mucho gusto John. -dije extendiendo mi brazo y fingí reírme-

Los nervios volvieron, algo me decía que no le caía bien a su padre y el tiempo que estuve con él se hacía eterno.

Maddie salió de nuevo y le pidió permiso a John para salir conmigo a lo cual el accedió pero cuando ya nos íbamos me dijo algo que jamás olvidaré.

"Si le pasa algo a mi hija tú vas a pagar por ello"

Esa frase hizo que tuviera mucho miedo pero me tranquilice al recordar que yo nunca le haría daño a Maddie.

-No le hagas caso a mi padre, son sus "celos". -me sacó de mis pensamientos-

Solo reí.

-A donde quieres ir? -cambie de tema-

-No lo se.

-Tienes hambre?

-Un poco.

-Cuál es tu restaurante favorito?

-No me vas a creer pero es little caesars.

-Si te creo, ahí hacen una pizza muy buena, vamos?

-Pero no traje dinero.

-No te pregunte que si traes dinero, yo te estoy invitando.

-Esta bien, vamos. -se sonrojo-

Mientras caminábamos a la pizzería íbamos hablando de tonterías como siempre, era una de las tantas cosas que me gustan de ella.

Al llegar le abrí la puerta y la deje entrar primero, como debe ser.

Pedimos una pizza de pepperoni pero no había mesas, todas estaban ocupadas.

-En donde nos sentamos.-dijo mirando a todos lados-

-No se, no hay mesas vacías.

-Podemos sentarnos en la banqueta de afuera y comerla ahí. -bromeó-

-Es en serio? -reí-

-Si, o que? El gran Shawn Mendes no puede ser visto comiendo en el suelo? -me retó-

-En primera no soy gran y si, comeremos en el suelo.

Y así fue, comimos en el suelo, no fue tan malo, aunque todos se nos quedaban viendo, creo que algunas fans tomaron fotos y videos pero no me importó porque estaba con la persona correcta.

-Creo que nos tomaron fotos. -susurró-

-Quieres que nos vayamos?

-No, pero no es incomodo?

-Que me tomen fotos? No, ya estoy  acostumbrado.

-No, que te vean con alguien en el piso comiendo.

-Sería incómodo si no fueras tú esa persona.

Al decir eso ella sonrió y me dio un abrazo, fue corto pero acogedor como todos los que nos hemos dado.

Nos fuimos de la pizzería y caminamos sólo pasando el rato, quería tomar su mano pero no sabía si ella quería eso.

Después de pensarlo por unos minutos tome todas mis fuerzas y poco a poco fui acercando mi mano, cuando toque su mano parece que ella entendió y me tomó la mano, entrelazamos nuestros dedos y al finalizar los dos nos vimos y sonreímos sin mostrar los dientes.
Aunque esto pasara en unos segundos, todo lo sentí en cámara lenta y en serio que disfrute ese momento.

Habíamos caminado como una hora pero sentí como si hubiera sido menos, con su compañía pierdo la noción del tiempo, simplemente me olvido de todo.

Me sentí mal por no haber tenido una comida bien con ella así que la invite a mi heladería favorita, ella aceptó y fuimos hacia allá, es un lugar especial para mí porque cada fin de semana iba ahí con mi abuelo y aunque él ya no esté aquí cada que voy a ese lugar siento como si el estuviese conmigo.

Al llegar todos los empleados me saludaron, pues me conocen desde pequeño.

-Vienes seguido aquí? -me preguntó con una sonrisa-

-Antes venía cada fin de semana.
-dije recordando los momentos con mi abuelo-

-Y por qué ya no vienes?

Le conté a Maddie sobre mi abuelo, es una de las pocas personas a las que les he contado y por eso al decir como falleció se me salieron unas lagrimas, no quería mostrarme débil ante ella pero es algo que no pude evitar.

Cuando vió que estaba llorando se acercó hacía mi.

-Aunque él no esté aquí físicamente se que lo está espiritualmente y siempre ha estado a tu lado apoyándote. Estoy segura de que él está orgulloso del gran hombre que eres y de todo lo que has logrado Shawn.

Al decir eso puso sus manos en mi rostro y me besó cuidadosamente, con ese beso me dijo que podía confiar en ella y que no me dejaría sólo.

Siento que Dios pusó a Maddie en mi camino para que llene el espacio en el que antes estaba mi abuelo, ella me hizo sentir mejor con lo que dijo, y fue como si hubiera contactado a mi abuelo pues cuando lo dijo sentí una fuerza dentro de mi, algo que jamás había sentido.

Al terminar el beso me abrazó con tanta fuerza que hizo que se fuera esa tristeza que sentí hace unos segundos, no me arrepiento de nada, definitivamente somos el uno para el otro y no lo digo por creer que somos la pareja perfecta sino porque tan sólo con una palabra, abrazo o beso podemos reparar nuestras partes rotas...

Falsamente Perfecto [S.M.] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora