BAD BOYS #Wattys2018 ||Ronnie Radke y Andy Biersack||

CAPÍTULO I

Tiempo Actual...

Harriet.

— Hija... —Habló mi madre tocando la puerta de mi habitación.

— ¿Sí?, adelante. —Me acomodé en la cama sentándome y ella al lado mío.

— Sé que en unos días es tu cumpleaños...

— Si... ¿Qué sucede? —Esto ya me empezaba a preocupar.

— Pues, pasa que... Nos mudaremos a nuestra antigua casa...

— ¿Qué? ¿A L.A? —Le pregunté algo alterada. Ella asintió.

— Cariño... Tienes que hacer tus maletas, hoy nos vamos.

— Sí... Está bien —Dije volteando la a ver.

Ella salió de mi habitación cerrando la puerta.

Wow. Estoy es increíble. Volveré a mi antigua vida...

En ese momento vinieron los recuerdos de mi infancia. Esos niños... Mis lentes... Los golpes... Kellin... Espera... ¡Kellin!

— ¡Mamá! —Me pare rápidamente, abrí la puerta de la habitación y bajé corriendo las escaleras.— ¡Ma! —Le volví a gritar.

Mi pie se enredó en una manta que estaba en el suelo haciéndome caer rodando las escaleras.

— ¡Harriet! —Corrió hacia mí.— ¿Estás bien? ¿Te lastimaste? —Se agachó a verme, comenzó a revisar me.

— Sí, Sí... Mamá estoy bien... —Ella continuaba revisandome.

— ¿Por qué gritabas Harriet? Casi me sacas el corazón.

— ¡Mamá! —Volví a gritar acordándome.

— Harriet tranquila, sabes que no te puedes agitar. —Dijo alzando la voz. Había abierto los ojos. Se estaba desesperando.

— Perdón... Es que... Yo... Yo... ¿¡TeacuerdasdeKellin!? —Dije emocionada.

— Sí, sí —rió— ¿Qué pasa con él?

— Maaaa, él es mi amigo de la infancia... Vive en L.A... —Dije obvia.

— Oh ya... Pero hija, no sabes dónde vive.

— Cierto... Pero lo busco por Twitter o Facebook... O Instagram. Tal vez lo puedo encontrar.

— Bueno cariño, pero primero termina de arreglar todo. Hoy salimos en la noche. —Se levantó.

Hice lo mismo. Me apoyé en los barandales con los brazos levantándome con dificultad. Sentí una punzada en el brazo izquierdo y me quejé volteando a verlo.

— ¿Qué pasa? —Preguntó mi madre preocupada.

— Nada. —Contesté rápidamente. —Me he lastimado el brazo... Solo le pongo una venda y ya.

Dicho eso me di la vuelta y subí. No podía dejar que viera mi brazo. Tenía las cicatrices de unos cortes. De seguro si los veía me preguntaría mucho, y no quiero que pase hoy ni en un millón de años.

Ya tenía como unos seis meses que no lo hacía, pero aún así, se veían las cicatrices.

Pasó el tiempo, ya había terminado de hacer mis maletas, así como había terminado de arreglarme. Tan solo me puse un conjunto; unos jeans negros ajustados, una sudadera color rojo vino, una chaqueta de cuero negra y unos vans negros completos, mi cabello suelto y 0% de maquillaje. Mi madre me había obligado a delinearme las cejas y así fue.