Tres de la mañana, marcaba el reloj encima de la mesita de noche de Kim TaeHyung, quién no podía conciliar el sueño pues había comenzado a llover y relampaguear; para estas horas todos estaban en sus habitaciones, excepto aquel jovencito que tenía insomnio, y por alguna extraña razón estaba caminando por los pasillos de la casa, dirigiéndose específicamente hacia la recamara de Hoseok Hyung.
[...]
—Hobi, ¿estás dormido?– Susurró desde la puerta, asomando medio cuerpo.–
—Tae, ¿qué pasa ? – Pregunto, mientras lo miraba algo adormilado, enderezándose encima del colchón.
— Es que, la lluvia y los truenos no me deja dormir, aparte no me gusta porque se va la luz en ratos apagando mi lámpara de noche, y dejándome a obscuras. –Pronunció aquello con un puchero en sus labios, dejando una imagen realmente inocente y adorable para el mayor.–
Hoseok miró hacia el joven parado en su puerta, contenido todas sus ganas de correr hacia él y darle miles de besos por todo su rastro, pues TaeHyung sabía como provocar que el bondadoso y amoroso corazón de Hoseok se derritiera.
El mayor tan solo se limitó a sonreírle, palmeando un lugar en la cama indicándole al contrario que se sentara a su lado.— Ven aquí, mi pequeño y lindo Tae tae.
De inmediato una sonrisa amplia y cuadrada dejaba relucir los perfectos y blancos dientes del menor, quién se dirigía tranquilamente hacia la cama de Hoseok. De la nada el estruendoso sonido de un trueno se hace presente, haciendo que TaeHyung corra hacia la cama entrando de golpe en ella, mientras se enredaba en las sabanas escondiendo su rostro en el cálido pecho de su hyung.
—Shh, tranquilo, nene , solo fue un trueno.– Trató de calmarlo, mientras lo abrazaba a su pecho, haciendo mimos en su cabello.–
—Hobi, tengo mucho miedo, ¿me dejarías dormir contigo hoy?, por favor.
Y en ese momento la voz de Kim TaeHyung se tornó aún más dulce e infantil, jugando con sus dedos índices, cosa que acabó por destruir cualquier posibilidad de recibir un "no", por parte de su Hyung quién le contemplaba con la miraba más amorosa del mundo.
—Ah, pero claro que sí, esta noche y todas las que quieras, Tae tae. – Respondió totalmente feliz, plantando un beso en la frente de Kim, mientras cubría a ambos con las cobijas, dejando caricias en la espalda del contrario, viéndolo caer en los brazos de morfeo. Hoseok se dedicó a contemplar los bellos rasgos faciales de Kim a quién tenía abrazado a su pecho.
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•NOTA: Perdón pero mi alma pedía vhope romántico sin mame.
Aparte estuvo bien hermoso, yo sé que les gusto. Ahr